“¿Qué tienen que Dios no les haya dado? Y si todo lo que tienen proviene de Dios, ¿por qué se jactan como si no fuera un regalo?”. 1 Corintios 4:7 (NTV)
Ayer hablamos de cómo al confiar en la bondad de Dios nos ayuda a enfrentar las pruebas de la vida. Así que, ¿Qué ocurre cuando olvidamos la bondad de Dios?
Cuando olvidamos la bondad de Dios, empezamos a atribuirnos cosas que Dios ha hecho.
En Lucas 12, Jesús cuenta una historia de un hombre rico que había sido muy exitoso, pero no le daba ninguna atribución a Dios. Este hombre pensaba que él mismo había construido su riqueza. Dios le dice, “¡Necio! Vas a morir está noche, y daré toda la riqueza que has acumulado a alguien más que la aprecie y me exprese gratitud”.
¡Esa es una seria advertencia!
La ingratitud y la soberbia es el pecado que sacó a Satanás del Cielo, y es la fuente de todos nuestros pecados. Cuando dejas de ser agradecido con Dios, te metes en problemas; “ellos conocieron a Dios pero no quisieron adorarlo como Dios ni darle gracias. En cambio, comenzaron a inventar ideas necias sobre Dios. Como resultado, la mente les quedó en oscuridad y confusión” Romanos 1:21 (NTV).
Estarás pensando, “espera un minuto; yo levanté este negocio con mis propias manos”. Pero ¿quién te dio las manos? “Pensé en este plan de negocios yo solito”. Pero ¿quién te dio tu mente? “He trabajado por todo lo que tengo con el sudor de mi frente”. Pero ¿quién te dio la habilidad de trabajar tan duro?
“¿Qué tienen que Dios no les haya dado? Y si todo lo que tienen proviene de Dios, ¿por qué se jactan como si no fuera un regalo?” 1 Corintios 4:7 (NTV).
Todo lo que tienes en la vida —la habilidad de ver, de oír, de comer, tu libertad, tus pensamientos— es gracias a la bondad Dios. No serías capaz de tomar tu siguiente aliento si no fuera por la bondad de Dios. No existirías si Dios no te hubiera creado para amarte.
De hecho, la ingratitud es una de las raíces del ateísmo; cuando eres ingrato, empiezas a negar lo que Dios ha hecho. Y eso es estar a un pequeño paso de negar la existencia de Dios.
Aun así, la verdad es que ni siquiera necesitamos conocer mucho de la Biblia para conocer mucho de Dios. Todo lo que necesitas es caminar afuera. La Biblia dice lo siguiente: “Pues desde la creación del mundo, todos han visto los cielos y la tierra. Por medio de todo lo que Dios hizo, ellos pueden ver a simple vista las cualidades invisibles de Dios: su poder eterno y su naturaleza divina, Así que no tienen ninguna excusa para no conocer a Dios” Romanos 1:20 (NTV).
Cuando empiezas a dudar de la bondad de Dios, simplemente da un paso fuera de tu puerta y ¡mira a tu alrededor!
Reflexiona sobre esto:
Da un paso afuera y por unos minutos piensa en la bondad de Dios al mirar la naturaleza. Piensa en algo más que cosas fáciles de nombrar (como la luz del sol, los árboles, las flores) ¿Qué notas cuando miras con más detalle?
¿Por cuáles cosas buenas en tu vida tiendes a tomar el crédito?
¿Cómo una comprensión equivocada del carácter de Dios distorsiona nuestra perspectiva de la vida? ¿Cómo nos “oscurece y confunde la mente” así como dice Romanos 1:21?