Estudio Biblico
22:32 pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.
22:33 El le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte.
22:34 Y él le dijo: Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces.
22:35 Y a ellos dijo: Cuando os envié sin bolsa, sin alforja, y sin calzado, ¿os faltó algo? Ellos dijeron: Nada.
22:36 Y les dijo: Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela, y también la alforja; y el que no tiene espada, venda su capa y compre una.
22:37 Porque os digo que es necesario que se cumpla todavía en mí aquello que está escrito: Y fue contado con los inicuos; porque lo que está escrito de mí, tiene cumplimiento.
22:38 Entonces ellos dijeron: Señor, aquí hay dos espadas. Y él les dijo: Basta.
22:39 Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron.
22:40 Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación.
22:41 Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró,
22:42 diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
22:43 Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle.
22:44 Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.
22:45 Cuando se levantó de la oración, y vino a sus discípulos, los halló durmiendo a causa de la tristeza;
22:46 y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación.
22:47 Mientras él aún hablaba, se presentó una turba; y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba al frente de ellos; y se acercó hasta Jesús para besarle.
22:48 Entonces Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?
22:49 Viendo los que estaban con él lo que había de acontecer, le dijeron: Señor, ¿heriremos a espada?
22:50 Y uno de ellos hirió a un siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha.
22:51 Entonces respondiendo Jesús, dijo: Basta ya; dejad. Y tocando su oreja, le sanó.
22:52 Y Jesús dijo a los principales sacerdotes, a los jefes de la guardia del templo y a los ancianos, que habían venido contra él: ¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y palos?
22:53 Habiendo estado con vosotros cada día en el templo, no extendisteis las manos contra mí; mas esta es vuestra hora, y la potestad de la tinieblas.
22:54 Y prendiéndole, le llevaron, y le condujeron a casa del sumo sacerdote. Y Pedro le seguía de lejos.
22:55 Y habiendo ellos encendido fuego en medio del patio, se sentaron alrededor; y Pedro se sentó también entre ellos.
22:56 Pero una criada, al verle sentado al fuego, se fijó en él, y dijo: También éste estaba con él.
22:57 Pero él lo negó, diciendo: Mujer, no lo conozco.
22:58 Un poco después, viéndole otro, dijo: Tú también eres de ellos. Y Pedro dijo: Hombre, no lo soy.
22:59 Como una hora después, otro afirmaba, diciendo: Verdaderamente también éste estaba con él, porque es galileo.
22:60 Y Pedro dijo: Hombre, no sé lo que dices. Y en seguida, mientras él todavía hablaba, el gallo cantó.
22:61 Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces.