«Pregunta: ¿Cuál es el fin principal de la existencia del hombre? Respuesta: El fin principal de la existencia del hombre es glorificar a Dios y gozar de Él para siempre». Estas palabras son la primera pregunta y respuesta del Catecismo Menor de Westminster, que se completó hace 347 años. Los Catecismos de Westminster, tanto el mayor como el menor, se convertirían en unos de los catecismos más influyentes de la historia cristiana.
Aquí hay nueve cosas que debes saber sobre los catecismos y la catequesis.
1. El catequista hace catequesis cuando utiliza el catecismo para catequizar al catecúmeno.
La catequesis es una forma de instrucción religiosa que suele consistir en la recitación de forma oral de información. La instrucción suele basarse en un libro o documento conocido como catecismo, que contiene un resumen de principios, especialmente de la doctrina religiosa, a menudo en forma de preguntas y respuestas. Mientras que el catecismo es el contenido de la instrucción, se le llama catecúmeno a la persona a la que se le enseña (del griego «uno siendo instruido») y el catequista es la persona que instruye. La instrucción se llama catequesis y el proceso se denomina catequizar.
2. Los términos relacionados con la catequesis se derivan de la Biblia.
Los términos relacionados con la catequesis se derivan de la palabra griega original transliterada como katecheo (es decir, enseñar oralmente, instruir). La palabra se encuentra en pasajes como Lucas 1:4 y 1 Corintios 14:19. Pablo utiliza la palabra y el concepto cuando dice: «Y al que se le enseña la palabra, que comparta toda cosa buena con el que le enseña» (Gá 6:6). También Pablo dice que Apolos «había sido instruido en el camino del Señor, y siendo ferviente de espíritu, hablaba y enseñaba con exactitud» (Hch 18:25).
3. Casi todos los catecismos incluyen los mismos cuatro elementos principales.
Aunque el contenido doctrinal de los catecismos ha variado mucho, desde la Iglesia primitiva hasta hoy la mayoría de las catequesis han incluido cuatro elementos básicos: el credo de los apóstoles, el padrenuestro, los Diez Mandamientos y las enseñanzas sobre los sacramentos u ordenanzas (por ejemplo, la Cena del Señor y el bautismo).
4. Los reformadores protestantes «recuperaron» la catequesis (al menos eso pensaron).
Muchos clérigos protestantes durante la era de la Reforma creían que lo que habían enseñado sus antepasados medievales no debía considerarse realmente catequesis. En la introducción a su catecismo, Juan Calvino escribió que el diablo había derribado la catequesis y «no dejó más que ciertas nimiedades que solo engendran superstición sin fruto alguno de edificación». Martín Lutero dijo: «Por la gracia de Dios he provocado un cambio tal que hoy en día una niña o un niño de quince años sabe más sobre la doctrina cristiana que todos los teólogos de las grandes universidades solían saber en los viejos tiempos. Porque entre nosotros se ha vuelto a utilizar el catecismo: Me refiero al padrenuestro, al credo de los apóstoles, a los Diez Mandamientos…».
5. Los catecismos y la imprenta fueron dos de las herramientas más influyentes de la Reforma.
Durante la época de la Reforma, la imprenta no solo permitió a la gente tener biblias impresas en su idioma, sino que también ayudó a difundir los materiales de catequesis protestantes. John Tillotson, arzobispo de Canterbury en Inglaterra (1691-1694), dijo que «la catequesis y la historia de los mártires han sido los dos grandes pilares de la religión protestante». El Concilio católico romano de Trento se quejó de que los protestantes habían hecho un gran «daño» por medio de los catecismos.
6. Martín Lutero popularizó el formato de preguntas y respuestas.
Casi todas las catequesis requieren alguna forma de memorización. Pero no todos los catecismos utilizan el formato común de preguntas y respuestas guiadas. Lutero, deseoso de asegurarse de que los cristianos entendían lo que estaban memorizando, incluyó en su catecismo más breve de 1529 una pregunta del tipo «¿Qué significa esto?», con una respuesta ideada por él. Aunque Lutero no inventó el formato de preguntas y respuestas, lo convirtió en la forma popular de catequesis protestante.
7. La Confesión de Fe de Westminster inspiró la mayoría de los catecismos importantes del cristianismo reformado.
Una reunión de pastores-teólogos reunidos en la Abadía de Westminster completó tanto el Catecismo Mayor de Westminster como el Catecismo Menor de Westminster en 1646. Ambos catecismos fueron concebidos como textos complementarios de la Confesión de Fe de Westminster. Esta confesión popular inspiró también otros catecismos.
Chad Van Dixhoorn comenta: «Los términos y frases que se encuentran en la Confesión se convirtieron casi inmediatamente en el lenguaje preferido de las iglesias reformadas de habla inglesa y cuando los congregacionalistas, bautistas y metodistas deseaban crear textos confesionales o catequéticos propios, a menudo recurrían a la revisión y reedición de las obras producidas por la Asamblea de Westminster».
8. Casi todas las tradiciones eclesiásticas han producido su propio catecismo.
Casi todas las denominaciones y tradiciones de la historia de la iglesia han utilizado alguna forma de catequesis para la educación religiosa de los niños y adultos cristianos: Luteranos (Catecismo Menor de Lutero), presbiterianos (Catecismo Menor de Westminster), bautistas (Catecismo de Keach), católicos (Catecismo de la Iglesia Católica), anglicanos (Catecismo del Libro de Oración Común), etc.
9. TGC ayudó a crear un catecismo para la era moderna.
En 2012, The Gospel Coalition y la Iglesia Presbiteriana Redeemer publicaron El Catecismo de la Nueva Ciudad. Este catecismo fue desarrollado y adaptado por Timothy Keller y Sam Shammas a partir de catecismos de la Reforma. Se compone de cincuenta y dos preguntas y respuestas, lo que hace que sea fácil de encajar en los calendarios de las iglesias y que sea alcanzable incluso para personas con horarios exigentes. También es un catecismo para adultos y niños. Es decir, se hacen las mismas preguntas a los niños y a los adultos, y la respuesta de los niños siempre forma parte de la respuesta de los adultos. A cada pregunta y respuesta se le adjunta una breve enseñanza de un predicador histórico (Agustín, Edwards, Spurgeon, Wesley…) y un breve devocional (Don Carson, Mark Dever, Timothy Keller, John Piper).