“Dios nos rescató de la oscuridad en que vivíamos, y nos llevó al reino de su amado Hijo”. Colosenses 1:13 (TLA)
En la cruz, Jesús destruyó el poder de Satanás parar controlar tu mente, tu vida y tu destino. Cuando Jesús dijo: “Consumado es” Juan 19:30 (RVC), Satanás debió haber dicho: “Estoy acabado”. ¡Mis días están contados!
Jesús ha ganado la victoria sobre la muerte y sobre Satanás. Pero si no tienes el poder de Cristo en tu vida, entonces estás indefenso contra el mal. Satanás puede manipular tus emociones. Él puede meterse con tu mente. Él puede hacerte adicto a toda clase de cosas. ¡Y no tienes poder sin Cristo!
Satanás tiene dos herramientas favoritas para atacarte: La tentación y la condenación.
Él usa la tentación para minimizar el pecado: ¡No es tan grave! ¡Todos los hacen! ¡ Tú sabes lo que te hará feliz mucho más que Dios! Satanás no tiene que decirlo fuerte y claro. Él solo pone esas ideas en tu mente. Cuando Dios te da una idea, se llama inspiración. Cuando Satanás te pone una idea en tu mente, se llama tentación.
Entonces, el momento en el que cometes ese pecado en particular, satanás cambia la estrategia y, en vez de minimizar el pecado, lo maximiza: ¡cómo fuiste capaz de hacer eso! ¿ acaso estás bromeando? Dios nunca te volverá a amar, se terminó. Dios nunca te usará. Eso es tan grave que tú nunca jamás serás perdonado.
Primero, Satanás te tienta. Luego, él te condena. ¿Ves su estrategia? Minimiza el pecado antes de que lo hagas y después lo magnifica.
En la cruz, cuando Jesucristo dijo: “Consumado es”, Él venció la tentación y la condenación.
Jesús destruyó el poder irresistible de la tentación. Él ahora te da el poder de soportarla: “Dios nos rescató de la oscuridad en que vivíamos, y nos llevó al reino de su amado Hijo” Colosenses 1:13 (TLA).
La muerte y Resurrección de Jesús fue un golpe fatal para Satanás.
Si tienes a Jesucristo en tu vida, entonces Satanás tiene cero poder sobre ti, excepto en las áreas que has elegido entregarle. Cuando eliges rendirte a la tentación de Satanás a través del resentimiento, culpa, preocupación, o temor, entonces le das el punto de apoyo en tu vida. Pero, si eliges decir no, él no puede tocarte.
Con el poder de Dios en tu vida, Satanás no puede lastimarte. Tu vida está escondida con Cristo en Dios (Colosenses 3:3), y estás protegido. No tienes que escuchar a satanás. Tienes el poder de decir “No”.
¡No debes tener temor!
Reflexiona sobre esto:
¿De qué manera Satanás usa la cultura popular para minimizar el pecado?
¿Cuáles son las formas prácticas en las que el Espíritu Santo te da el poder para pelear contra la tentación?
El conocer la Palabra de Dios, ¿cómo te ayuda con la tentación? ¿Qué puedes hacer hoy para conocer mejor la Palabra?