Hoy es muy fácil permitir que el ajetreo de la vida y todas nuestras responsabilidades nos abrumen y nos superen. Agregue a eso el revisar nuestros teléfonos, mensajes de texto, correos electrónicos, redes sociales y las noticias, y antes de que se dé cuenta, estará corriendo para ponerse al día. Te animo a que no estés ocupado, sino que seas productivo. Si vas a ver tus sueños y deseos hacerse realidad, no puedes dejar que todo ocupe tu tiempo y te desvíe del rumbo. El ajetreo no es igual a la productividad. No querrás usar el ajetreo como un atributo importante en tu vida. Quieres llevar fecundidad, productividad. Quiere que su vida esté ordenada, haciendo las cosas correctas en el momento correcto.
Si alguien alguna vez estuvo abrumado por el ajetreo, fue Moisés. Recuerde que él fue el hombre de Dios para guiar a dos millones de israelitas hacia la Tierra Prometida. Él era responsable de escuchar a Dios por ellos y de saber a dónde debían ir. Además de eso, de la mañana a la tarde la gente acudía a él para resolver sus problemas y ser el juez de sus disputas. En medio de esta locura, Moisés hizo esta importante oración: “Enséñanos a contar nuestros días, para que adquiramos sabiduría en el corazón” (Salmo 90:12). Puedo escuchar el clamor de su corazón: "Dios, enséñame y muéstrame cómo ordenar y priorizar mi día".
Moisés quería ver que los sueños y deseos de la gente se hicieran realidad, pero tampoco quería perder el tiempo haciendo cosas que no eran importantes, pasando el tiempo con las personas equivocadas. La respuesta a la oración de Moisés llegó un día cuando el suegro de Moisés, Jetro, observó que Moisés se estaba desgastando tratando de resolver los problemas de los demás. Jetro dijo: "Necesitas establecer un sistema de hombres piadosos que te ayuden a satisfacer las necesidades de la gente. No te desgastes haciendo cosas que otros pueden hacer. Establece tus prioridades correctamente". Tuvo que limpiar el desorden y reorganizar las prioridades de su vida.
Quizás te sientas un poco como Moisés. Todo el mundo te está pidiendo cosas, y tú tienes que solucionar todos los problemas, traer las finanzas y ocuparte de ellos. Te sientes abrumado. Necesitas poner las cosas en pausa y rezar la oración de Moisés: "Dios, enséñame a ordenar mi día. Enséñame a poner una prioridad en las cosas correctas, a poner lo que realmente importa primero. Ayúdame a deshacerme del desorden. " Tiene ideas para hacerte la vida más fácil. Se trata de ordenar tu vida para que puedas ver tu llamado de Dios llegar a buen término, para que puedas ser todo lo que Dios te ha llamado a ser.