Estudio Biblico
La ciudad de Pérgamo era una ciudad moderna, un centro de la cultura griega, de la ciencia y la educación, contaba con una gran biblioteca. A su vez, era el centro de cuatro sectas entre ellas: (Zeus, Dionisio, Asclepio y Atena) por otra parte en la Iglesia había corrientes doctrinales de Balaam y la de los Nicolaitas, doctrinas que el Señor aborrecía.
El dios principal de la ciudad estaba simbolizado por una serpiente, y a ese dios se le consideraba el dios de la sanidad. La gente de toda Asia iba a Pérgamo en búsqueda de ese dios.
No era fácil ser cristiano en Pérgamo. Ya que a esta ciudad se le llamaba “la ciudad donde Satanás tiene su trono.” Una ciudad rodeada del culto a Satanás y al emperador romano como dios. Aun así, la Iglesia no estuvo dispuesta a negar a Cristo, aun cuando los adoradores de Satanás martirizaron a uno de sus miembros.
Nunca es fácil permanecer firmes ante las presiones de la sociedad que nos incitan en acomodar o abandonar la fe. Sin embargo, algunos miembros de la iglesia toleraban y aceptaban algunas cosas que Cristo rechazaba. El acomodarse puede definirse como: mezclar cualidades de dos cosas diferentes.
Como Iglesia del Señor, no podemos acomodarnos ni amoldarnos al sistema pecaminoso de este mundo. Romanos 12: 2. Jamás debemos aceptar la herejía y la inmoralidad. Quizá tú ciudad no participe en fiestas idolátricas pero es posible que permita o es casi normal la pornografía, el pecado sexual, el chisme, el engaño y la mentira. Todo esto es visto por el Señor como idolatría.
No toleres el pecado bajo la premisa que estamos en un mundo moderno y que tienes que ser de mente abierta.
Para reflexionar: ¿Atraes las personas para que vengan a Cristo? O ¿Las personas te están atrayendo a prácticas inmorales? Coopera con la gente como pueda, pero rechaza cualquier compañerismo que te pueda alejar del Señor.
2:13 Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás.
2:14 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación.
2:15 Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco.
2:16 Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca.
2:17 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.