Estudio Biblico
La ciudad de Esmirna quedaba cerca de la ciudad de Éfeso, era una ciudad prospera y era llamada “puerto de Asia” ya que tenía un puerto excelente. La iglesia de dicha ciudad luchaba contra dos fuerzas enemigas: un judaísmo muy opuesto al cristianismo y una población no judía muy leal al imperio Romano que apoyaba la adoración al emperador. Por eso el Señor les decía a los miembros de esa iglesia que conocía muy bien la tribulación que estaban pasando.
¿Qué hacer frente a la tribulación y el sufrimiento?
El dolor es parte de la vida, pero nunca es agradable pasar por momentos difíciles. El Señor elogia la Iglesia de Esmirna porque han mantenido su fe en medio del sufrimiento.
Luego los anima que no deben temer al futuro si permanecen fieles. Les dice: no temas en nada de lo que vas a padecer… ¿Estás pasando por momentos difíciles? No permitas que esos tiempos apaguen el fuego que hay en tú corazón por Dios y te hagan alejar de Él. Al contrario, se fiel sin importar la magnitud de tus problemas y de tú sufrimiento pues hay promesa de recompensa para aquellos que permanecen fieles en las pruebas.
El mensaje para ti hoy es que debes permanecer fiel a pesar de tú sufrimiento ya que hay promesa que Dios está en control y que el sufrimiento es por breve tiempo. El Señor no solamente nos pide fidelidad en los mejores momentos, sino que también en nuestros sufrimientos. Solo entonces, nuestra fe resultará genuina al poner nuestra mirada en Cristo y en sus promesa futuras.
Para reflexionar: ¿podría el Señor elogiarte por tu fidelidad durante los tiempos de prueba? Mantente fiel cuando sufras y el Señor sabrá recompensarte.
2:9 Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás.
2:10 No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
2:11 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.