“Pero cuando ellos vieron que él caminaba sobre el mar, pensaron que era un fantasma y clamaron a gritos; porque todos lo vieron y se turbaron. Pero en seguida habló con ellos y les dijo: “¡Tengan ánimo! ¡Yo soy! ¡No teman!”. Marcos 6:49-50 (RVA-2015)
Sólo se aprende cómo es realmente Jesús en las tormentas de la vida. Te das cuenta de que no es un simple hombre. Él no es sólo un buen maestro. Él no es simplemente un líder ético. Él es Dios, el Creador del universo.
En Marcos 6, Jesús advirtió que los discípulos estaban en peligro en el medio de un lago mientras el viento y las olas golpeaban su barca y les impedía hacer algún progreso. Así que Jesús se acercó a ellos caminando sobre el agua. Los versículos 49 y 50 dicen: “Pero cuando ellos vieron que él caminaba sobre el mar, pensaron que era un fantasma y clamaron a gritos; porque todos lo vieron y se turbaron. Pero en seguida habló con ellos y les dijo: “¡Tengan ánimo! ¡Yo soy! ¡No teman!”. Marcos 6:49-50 (RVA-2015).
Los discípulos pensaron que Jesús era tal vez sólo un buen profeta que podría hacer algunos milagros. Al caminar sobre el agua, Jesús reveló que Él es mucho más que un hombre. Él estaba mostrando que Él es Dios.
También les dio un desafío “No teman”, y una seguridad, Él dijo: “Yo soy”.
En el griego esta frase es en realidad dos palabras: Ego ima. Y ego ima simplemente quiere decir “Yo Soy”. ¿Por qué es tan importante?
“YO SOY” es el nombre de Dios —no “fui” o “seré” o “espero ser”. Cuando Jesús dice: “Yo Soy”, está diciendo que no necesitas tener miedo. Él es Dios. Y eso es suficiente.
Si en este momento estás pasando por una tormenta, no necesitas un trabajo — necesitas a Jesús. No necesitas un plan; necesitas una persona. No necesitas un sistema; necesitas un Salvador. No necesitas un nuevo objetivo; necesitas a Dios.
Cuando estás pasando por una tormenta, recuerda que Dios no está lejos, apático o desinteresado. Él es el “Yo soy”. Y Él te llevará a través de la tormenta.
Reflexiona sobre esto:
¿Qué o a quién sueles mirar para que te salve en medio de una tormenta? ¿Qué te impide mirar a Dios?