En 2022… ¡prepárate para la acción! parte 1 - 1 Pedro 1:1-13
Estudio Biblico
JOSÉ «PEPE» MENDOZA
En su libro Bullies and Saints [Matones y santos], John Dickson presenta a Alcuin de York (735-804), a quien reconoce como «el más grande europeo del cual nunca has oído».[1] Su importancia radica en que es considerado como la persona que persuadió a Carlomagno para que realizara reformas educativas que se expandieron e influyeron sobre el continente europeo por varios siglos, aun seis siglos antes del período conocido como Renacimiento.
La propuesta de Alcuin era fomentar una educación que no quedase restringida a la adquisición de conocimiento tradicional, sino que se base en un aprendizaje por amor al simple hecho de aprender. Pero no quedaría solamente como un emprendimiento intelectual, sino que luego se buscaría aplicar lo aprendido para «entender las cosas de Dios».[2] Él desarrolló un plan de establecimiento de escuelas para la instrucción de hombres y mujeres de todas las clases sociales. Alcuin le escribió a Carlomagno y le dijo que nada era más importante para la vida y el liderazgo que «la belleza de la sabiduría, la alabanza del aprendizaje y las ventajas de la erudición».[3]
No somos una generación más sabia
Este año que se inicia me ha llevado a reflexionar en el entusiasmo de Alcuin de York por el conocimiento, el apetito por aprender y su gran disposición para promover sin distinción una educación de calidad que era considerada como «un acto de devoción al Dios completamente sabio».[4] Algunos estudiosos califican que el esfuerzo de Alcuin por la instrucción permitió que Europa pudiera acopiar una inmensa cantidad de materiales de la literatura clásica antigua que fueron preservados, copiados y estudiados por eruditos cristianos en monasterios e iglesias durante la Edad Media. Todos esos materiales fueron usados para luego generar la enorme transformación de la civilización que llegó con el Renacimiento.
No puedo dejar de pensar que nosotros también vivimos en un tiempo especial de acopio monumental de conocimiento. Esta vez ya no estamos copiando y preservando libros físicos de clásicos antiguos. No obstante, en cierto sentido, la tecnología sí nos está permitiendo tener acceso directo a un bagaje monumental de información y conocimiento preservado en el mundo virtual, que hubiera hecho palidecer de envidia a Alcuin de York.
Sin embargo, pocos se sorprenderían al oír que toda esa riqueza informativa colosal no está produciendo el resultado esperado. No creo que exista hoy una generación más sabia ni tampoco más santa producto de esa revolución tecnológica del conocimiento. Las discusiones sin fin, la «desinformación-informada», las teorías de conspiración, los comentarios sin mayor gracia o sin modales básicos superan en número a todo lo bueno que se sigue publicando cada segundo en el ciberespacio.
Ya se han hecho múltiples llamados a participar de la era de la información con un mayor discernimiento que incluya desde prudencia hasta decencia. Por lo tanto, no quisiera añadir más a todo lo que ya se ha escrito con tanta propiedad hasta ahora. Sin embargo, quisiera hacerte un llamado fundamental adicional en este inicio del año que considero vital para nuestra salud espiritual y nuestra efectividad como testigos cristianos. Me refiero a la necesidad de preparar el «entendimiento para la acción», es decir, salir del campo de la polémica teológica infructuosa del mundo virtual a la práctica virtuosa de la verdad bíblica liberadora en el mundo real.
TE PUEDE INTERESAR
Si usted hiciera una lista de las cosas que más quiere en la vida, ¿sería un espíritu de discernimiento una de ellas? El Señor da un gran valor a este atributo, y quiere que todos lo tengamos. Si no lo tenemos, tomaremos decisiones equivocadas. El discernimiento es la capacidad de darse cuenta de lo que no es obvio o evidente. Por ejemplo, ¿puede usted señalar la diferencia entre legalismo y libertad? Dios nos llama a vivir de acuerdo con nuestras convicciones personales, pero no todas ellas son...
Ver Mas
Vv. 1—9. Quienes buscan fervorosamente la sabiduría celestial nunca se quejarán de haber perdido su esfuerzo; la libertad del don no elimina la necesidad de nuestra diligencia, Juan vi, 27. —Buscad y hallaréis; pedid y se os dará. Obsérvese a los que así son favorecidos. Ellos son los justos, en quienes es renovada la imagen de Dios que consiste en justicia. Si dependemos de Dios y vamos en pos de la sabiduría, Él nos capacitará para guardar las sendas del juicio.
Ver Mas
1 Pedro 1:1Yo, Pedro, apóstol de Jesucristo, escribo esta carta a los elegidos por Dios que viven como extranjeros en las provincias de Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia.Esta carta fue escrita alrededor del 63 d. C. el remitente es el apóstol Pedro en sus últimos años de vida, con la ayuda de su colaborador Silvano desde Roma. Con el fin de enriquecer este estudio bíblico y con el fin de entrar en contexto, quisiera recordar quien es Pedro como discípulo, su reputación y testimonio const...
Ver Mas
Llamados a preparar el entendimientoEso es justamente lo que Pedro, ya anciano y preocupado por la iglesia y sus miembros, manifiesta de forma latente y hace evidente con sus palabras apasionadas y emotivas con la que desarrolla sus argumentos. Él empieza su primera carta con un llamado de atención a los cristianos para que no se olviden de quiénes son y de todo lo que han recibido en Cristo. Pero Pedro no está apelando simplemente a un esfuerzo intelectual o teológico. Por el contrario, el após...
Ver Mas
13 Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; 14 como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; 15 sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; 16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. 17 Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según l...
Ver Mas
El apóstol Pedro sabía que a sus hermanos en la fe les aguardaban tiempos difíciles. Por eso les recuerda su seguridad como hijos de Dios: fueron escogidos por Él, nacieron a una esperanza viva, se les ha dado protección espiritual durante esta vida, y tienen la garantía de una eternidad en el cielo con el Padre celestial (1 P 1.1-5). Pedro les da luego las maneras específicas de cómo estar preparados para las pruebas que vendrán. Sus palabras, inspiradas divinamente por el Señor, de la misma ma...
Ver Mas
En algún momento, todos nos hemos sentido confundidos, indecisos o desorientados. Podemos vivir victoriosa y confiadamente solo cuando tenemos la capacidad de ver la vida desde la perspectiva de Dios. Necesitamos su ayuda para poder distinguir entre el bien y el mal, lo bueno y lo mejor, y la verdad y la mentira.Cada día tomamos decisiones, algunas triviales y otras importantes. El Señor no quiere que nos formemos juicios basándonos en simples apariencias o en el limitado razonamiento humano. Di...
Ver Mas
Vv. 1–9. Esta epístola está dirigida a los creyentes en general, que son extranjeros en toda ciudad opaís donde vivan y están diseminados por todas las naciones. Ellos tienen que atribuir su salvación alamor electivo del Padre, la redención del Hijo y la santificación del Espíritu Santo; y, así, dar gloriaal Dios único en tres Personas en cuyo nombre han sido bautizados. —La esperanza en elvocabulario mundano se refiere sólo a un bien incierto, porque todas las esperanzas mundanas soninestables,...
Ver Mas
Vv. 10-12. Jesucristo fue el tema principal de los estudios de los profetas. La indagatoria de ellosen los sufrimientos de Cristo y las glorias que seguirían, condujeron a una visión de todo elevangelio, cuyo resumen es, que Cristo Jesús fue entregado por nuestras ofensas y levantado denuevo para nuestra justificación. —Dios se agradó en contestar nuestras necesidades más quenuestros pedidos. La doctrina de los profetas y la de los apóstoles concuerda exactamente, porqueviene del mismo Espíritu ...
Ver Mas
1 Pedro 1:13En los días en que Pedro escribió estas palabras, los hombres vestían túnicas largas y sueltas que obstaculizaban el progreso rápido o la acción extenuante. Llevaban cinturones anchos (o fajas) alrededor de la cintura, y cuando querían entrar en acción, "se ceñían la cintura", es decir, se acortaban la túnica subiéndola por el interior del cinturón. Ese término es similar a lo que queremos decir cuando decimos, "arremangarse". Las palabras de Pedro aquí son un llamado serio a l...
Ver Mas