Siete razones para ir al cementerio
¿Cuáles son las formas saludables? Mencionaré solo siete puntos.
1. Ve a llorar
No hay duda de que perder a un ser querido es peor que una amputación y las amputaciones duelen. Solicitadas o no, las lágrimas fluyen. Es correcto que lo hagan y la tumba es el lugar más apropiado para esas lágrimas.
2. Ve a sentir sobriedad por tu propia mortalidad
Contempla tu propia e inevitable muerte en el cementerio. Como dice el salmista, debemos tener un corazón de sabiduría al contar nuestros días (Sal 90:12). Pocas cosas hacen desaparecer la niebla de la mundanalidad como la pérdida de un ser querido, así que ve al cementerio y deja que tu pérdida te enseñe sabiduría para la breve vida que queda.
3. Ve a reavivar los fuegos de la esperanza de la resurrección
Deja que la tumba alimente tu esperanza de estar con Cristo. Mientras te paras junto a la tumba del cuerpo que se descompondrá, el cuerpo que quizás sostuviste, alza tus ojos al cielo y cree la promesa de que lo que se siembra en deshonra resucitará en gloria (1 Co 15:43).
4. Ve a meditar
Piensa; reflexiona: ¿Qué puedo aprender de esta pérdida? ¿Qué hubiera hecho yo de otra manera? ¿Cuáles son las implicaciones de este vacío en mi vida para mi futuro? ¿Qué puedo aprender sobre Dios en Cristo, sobre la salvación, el significado y propósito de la vida desde este doloroso punto de vista? Es un momento raro y precioso, por lo que hay mucho que aprender.
5. Ve a expresar respeto y honor
¿No fue un gran privilegio haber sido su amigo, cónyuge o un admirador a distancia de esta persona fallecida? Quiero rendir homenaje al valor de esta persona en mi vida. Le debo mucho. Con mi presencia le estoy diciendo: «Te honro. Te respeto. Te rindo homenaje a ti y al Dios que me dio el privilegio de conocerte».
6. Ve a dar gracias
Es casi inevitable que sintamos agradecimiento brotando de nuestro corazón hacia aquellos a quienes amamos y perdimos. Nos gustaría que supieran esto, pero sabemos que tratar de comunicarse de manera directa con los muertos es un pecado. Entonces, ofrecemos todo nuestro agradecimiento a Dios y Él no se disgustará por la sugerencia en oración de que informe a nuestro ser querido redimido cómo nos sentimos. Pero, mayormente estamos rebosantes de agradecimiento a Dios por su vida y lo que significó y todavía significa para nosotros. Qué gran lugar para decirlo y sentirlo.
7. Ve al cementerio a inspirarte
Ten esperanza de que por las promesas de Dios, Él estará contigo desde ese día en adelante. Él nos ayudará, nos fortalecerá, nos sostendrá con la diestra de su justicia (Is 41:10). Él santificará todo nuestro dolor. Él nos hará útiles en los días venideros para el bien de los demás, para su gloria y para nuestro gozo.