1 Samuel 18.1-4
¿Cuántos amigos tiene? Y no me refiero a las personas con las que se conecta en las redes sociales; me refiero a los pocos que de verdad le conocen y permanecen con usted en las buenas y en las malas. Estas amistades son poco común hoy en día.
¿Qué se necesita para desarrollar este tipo de relación? No podría haber mejor ejemplo que la amistad entre David y Jonatán, de la cual hay tres cualidades que se destacan:
La relación se caracterizaba por el respeto mutuo. Esto a menudo se pierde en el mundo de hoy, pero la realidad es que solo podemos mantener una amistad genuina con alguien por quien tenemos una alta estima.
David y Jonatán sentían un fuerte amor el uno por el otro. Aunque no eran parientes, estos dos amigos compartían una relación tan profunda y leal como una hermandad.
Su compromiso mutuo era genuino. No eran amigos oportunistas. Su vínculo resistió incluso los intentos del rey Saúl de asesinar a David. (Véase 1 S 23.15-18). Jonatán se negó a permitir que nada —ni siquiera la furia celosa de su propio padre— se interpusiera entre él y su amigo.
Piense en su mejor amigo. ¿Su amistad tiene las mismas cualidades? Si es así, reconozca que ha recibido una bendición del Señor y alábelo por haberle regalado un amigo.