Estudio Biblico
Su pecado fue mentir a Dios y a su pueblo al decir que dieron todo, pero en realidad se reservaban parte para ellos, tratando de parecer más generosos de lo que en verdad eran.
Este hecho se juzgó con dureza porque la deshonestidad y la codicia destruyen la iglesia, impide que el Espíritu Santo obre en ella con eficacia. Toda mentira es mala, pero cuando mentimos tratando de engañar a Dios y a su pueblo, destruimos nuestro testimonio cristiano.
El juicio de Dios a Ananías y a Safira produjo horror y temor entre los creyentes, logrando que se dieran cuenta con cuánta seriedad castiga Dios el pecado en la iglesia. ¡Porque de Dios nadie se burla!
Cuando uno consagra cualquier cosa al Señor, y luego no lleva a cabo esa consagración, está mintiendo al Espíritu Santo. Puede ser dinero, tiempo o servicio. Si tú intención no es ser fiel a tú promesa, es mejor que no hagas la consagración. Pues Dios no se complace de los mentirosos.
Pedro, en el versículo cuatro del capítulo cinco de Hechos, le dice a Ananías, “No has mentido a los hombres, sino a Dios.”
5:2 y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles.
5:3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?
5:4 Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.
5:5 Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron.
5:6 Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron.
5:7 Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido.
5:8 Entonces Pedro le dijo: Dime, ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto.
5:9 Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti.
5:10 Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró; y cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido.
5:11 Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas.