Apocalipsis 12: 10–11
A veces, el diablo complica el proceso de curación porque bombardea tu mente con pensamientos negativos y acusaciones. Él susurrará en tu mente acusaciones como, "Estás tan herido que nunca podrás ser curado". O "No vale la pena tener una vida mejor que la que tiene ahora". O "Te mereces el dolor por el que estás pasando". El diablo es un mentiroso y quiere que te sientas culpable y condenado. Él puede poner pensamientos en tu mente, pero eso no significa que sean ciertos.
La mente es parte del alma, y para que su alma sea sanada, su mente también necesita ser sanada y renovada. El diablo a menudo viene contra el pueblo de Dios en el campo de batalla de la mente, y tratará de influir en sus pensamientos y usarlos para detener o ralentizar su viaje de sanación.
La forma de vencer y conquistar al acusador es creer más en las promesas de Dios que en las mentiras que el enemigo pone en nuestras mentes. Es muy importante recordar que todos los pensamientos que entran en nuestra mente no son necesariamente ciertos. Solo la Palabra de Dios es verdadera.
Apocalipsis 12:11 nos dice cómo vencer al acusador, con la sangre del Cordero (Jesús) y la palabra de nuestro testimonio, lo que significa conocer la Palabra de Dios y dejar que sea su guía para la vida. También es bueno contarles a los demás lo que Dios ha hecho por ti. Como persona cuya alma está en proceso de curación, parte de su testimonio aún se está elaborando. Pero parte de esto ya está resuelto: ¡Eres un hijo amado y redimido de Dios, lleno de potencial! Eres un milagro en ciernes, una obra maestra de la obra de Dios. Mientras aún estabas en pecado, Jesús murió por ti (Rom. 5: 8), así que imagina lo que Él quiere hacer por ti ahora que has sido perdonado y deseas crecer en relación con Él. No importa lo que piense o cómo se vean las cosas en este momento en su vida, ¡los planes de Dios para su futuro lo asombrarán!
Los grandes planes de Dios para tu vida se desarrollarán día a día a medida que sigas viviendo según Su Palabra y dejas que Él te guíe. Recuerde esto cuando el diablo le arroje acusaciones en su mente. Recuérdele la sangre de Jesús y la palabra de su testimonio, que es que Dios lo está sanando y fortaleciendo cada día más. Abre la Palabra de Dios y lee todas las cosas maravillosas que Dios dice sobre ti en lugar de escuchar las mentiras del enemigo.