CONOCIENDO A DIOS - Juan 14:8-11
Estudio Biblico
(Juan 14:8-11). A los niños les encanta hacer preguntas. Aunque muchas veces su deseo es conocer cosas nuevas, en ocasiones sus preguntas son sobre cosas de las que ya tienen respuestas. Ellos vuelven a preguntar simplemente porque no prestaron atención o no entendieron lo que se les dijo. A los discípulos de Jesús les pasó algo similar. Durante su última cena con los discípulos, Jesús compartió con ellos grandes enseñanzas sobre lo que estaba por sucederle y la esperanza que ellos podían tener al creer que Dios mismo estaba con ellos en Él en ese momento y seguiría estando con ellos aun después de su partida (14:7). En medio de estas verdades, Felipe, uno de los discípulos, hace a Jesús una petición que ya les había sido concedida: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta».
En otras palabras, «¿puedes por favor mostrarnos a Dios?». Esta petición y pregunta reveló que, a pesar del tiempo que los discípulos habían pasado con Jesús, ellos necesitaban conocerlo aún más. Todavía no habían entendido quién era Aquel que estaba delante de ellos. En el Antiguo Testamento, Moisés hizo esta petición y le fue dada una visión limitada de la gloria de Dios (Éx 33:18). Los discípulos, en cambio, tenían el resplandor mismo de la gloria de Dios caminando entre ellos (2 Co 4:4). Isaías recibió una visión de Dios sentado en un trono alto y sublime y los discípulos tenían a ese mismo Dios lavando sus pies. El Dios eterno e inmortal, Aquel que habita en luz inasequible, se acercó a nosotros en Jesús. Conocer a Jesús es conocer a Dios. Él es la imagen del Dios invisible (Col 1:15). El Dios hecho hombre, que habitó entre los discípulos, es el mismo que habita en nosotros (Col 1:27) y que se ha revelado en su total esplendor a través de su Palabra para que podamos conocerle tal y como Él es. A través de las Escrituras y su presencia habitando en nosotros, Jesús está en medio nuestro revelándonos al Padre.
Él quiere que le conozcamos, porque no hay mayor plenitud que conocerlo íntimamente (Jn 17:3). ¿Cómo podemos buscar que cada área de nuestras vidas sea un reflejo de que Él ha estado en medio nuestro y que genuinamente lo conocemos?
TE PUEDE INTERESAR
Si usted hiciera una lista de las cosas que más quiere en la vida, ¿sería un espíritu de discernimiento una de ellas? El Señor da un gran valor a este atributo, y quiere que todos lo tengamos. Si no lo tenemos, tomaremos decisiones equivocadas. El discernimiento es la capacidad de darse cuenta de lo que no es obvio o evidente. Por ejemplo, ¿puede usted señalar la diferencia entre legalismo y libertad? Dios nos llama a vivir de acuerdo con nuestras convicciones personales, pero no todas ellas son...
Ver Mas
Vv. 1—9. Quienes buscan fervorosamente la sabiduría celestial nunca se quejarán de haber perdido su esfuerzo; la libertad del don no elimina la necesidad de nuestra diligencia, Juan vi, 27. —Buscad y hallaréis; pedid y se os dará. Obsérvese a los que así son favorecidos. Ellos son los justos, en quienes es renovada la imagen de Dios que consiste en justicia. Si dependemos de Dios y vamos en pos de la sabiduría, Él nos capacitará para guardar las sendas del juicio.
Ver Mas
Cuando estudiábamos ayer la necesidad de aumentar nuestra confianza en Dios, fuimos desafiados a hacer de la espera en Él parte de nuestra vida cotidiana. Hoy veremos tres cualidades más que son esenciales.Meditar. Si queremos saber qué piensa Dios, tenemos que meditar en su Palabra. No tenemos necesidad de buscar los versículos bíblicos “correctos” para poder conocer la voluntad del Señor. Él tiene el poder para darnos dirección mediante cualquier pasaje. A nosotros nos corresponde buscar ...
Ver Mas
Si usted ha sido cristiano por algún tiempo, probablemente ha oído a personas concluir sus oraciones con la frase: “En el nombre de Jesús, amén”. De hecho, usted puede terminar sus oraciones de esta manera, pero ¿sabe lo que significa, en realidad, orar en el nombre del Señor Jesús?Algunos creyentes piensan que cualquier petición que finalice con estas palabras se cumplirá de forma automática, pero orar en el nombre del Señor Jesús no es una especie de garantía espiritual de nuestros deseos. Es ...
Ver Mas
En algún momento, todos nos hemos sentido confundidos, indecisos o desorientados. Podemos vivir victoriosa y confiadamente solo cuando tenemos la capacidad de ver la vida desde la perspectiva de Dios. Necesitamos su ayuda para poder distinguir entre el bien y el mal, lo bueno y lo mejor, y la verdad y la mentira.Cada día tomamos decisiones, algunas triviales y otras importantes. El Señor no quiere que nos formemos juicios basándonos en simples apariencias o en el limitado razonamiento humano. Di...
Ver Mas
Vv. 1—11. Aquí hay tres palabras sobre las cuales puede ponerse todo el énfasis: La palabra turbe.No os deprimáis ni os angustiéis. La palabra corazón. Que su corazón esté guardado con todaconfianza en Dios. La palabra vuestro. Por más que el prójimo esté abrumado por las penas de estaépoca actual, vosotros no estéis así. Los discípulos de Cristo deben mantener su mente en paz, másque el prójimo, cuando todo lo demás está turbado. He aquí el remedio contra este trastorno de lamente, “Creed”. Cre...
Ver Mas