Uno es el esplendor del sol, otro el de la luna y otro el de las estrellas. Cada estrella tiene su propio brillo. —1 Corintios 15:41
“Las comparaciones son odiosas” es un refrán latinoamericano, totalmente ligado a la realidad, no creo que exista un ser humano que le satisfaga la comparación y vivir persiguiendo una medida para la aprobación de los demás, eso es frustrante, agotador y completamente sin propósito, a los que son introvertidos se les compara con el familiar que no lo es, o al que es espontaneo y gracioso se le compara con el que es prudente y calculador, las comparaciones físicas son las que mas abundan, sobretodo en las conversaciones mentales que los seres humanos tenemos, la mayoría de esas comparaciones ocupamos una posición de “desventaja” frente al referente comparado, las comparaciones de nivel socioeconómico son el pan diario en las empresas y reuniones sociales, por eso encontramos personas afanadas por cambiar de celular, de carro, un nuevo viaje, aprender un nuevo idioma entre otras cosas que algunas no están mal hacerlas, lo que está mal es la motivación detrás de ellas y los medios que se utilizan para alcanzarlas.
En la palabra de Dios encontramos que Dios hizo toda la creación con un propósito especifico, y eso incluye a los seres humanos, cada uno tiene una esencia, eso nos hace diferentes a los demás empezando por el ADN, somos 100% auténticos, intentar ser una copia, raya en la estupidez y en lo absurdo, por mas de que intentemos imitar ser como otros, es evidente de que no estamos siendo nosotros. Incluso lo que consideramos defectos, tienen un propósito y hacen parte de nuestra autenticidad, Dios es infalible, y pensó mesuradamente cada detalle de cada área de nuestra vida como persona, no vale la pena avergonzarse por algo que no podemos cambiar, Dios se encargara de rodearnos de personas que nos amen y valores por lo que realmente somos. Debemos dejar de ser competitivos con otros y ser competentes para la vida.
Tu físico, tu temperamento, tu genética es tu esencia; tus gustos, tus repudios, tus costumbres tus reacciones, tus temores, si se pueden modificar , hoy te puede gustar la remolacha y en 5 años quizá ya no, hoy puedes reaccionar violentamente ante una agresión y en un año controlar ese impulso y reaccionar con mansedumbre del Espíritu, pero si eres alto, no puedes dejar de serlo, si tienes una risa particular, no debes avergonzarte de ella, si no tienes aptitud musical para el canto, puedes cantar con libertad ¡claro! pero no vivir como cantante profesional, porque no todos somos buenos para lo mismo.
Dios hizo a cada uno con un brillo especial, es decir todos brillamos, pero no igual, ni en los mismos contextos ni temporadas. Así como el brillo del sol es bueno pero para ciertas cosas por eso no esta las 24 horas del día, también es igual de importante la luna aunque aparentemente brille menos, de noche son muchas las especies y elementos que se ven beneficiados con su luz y magnetismo. Por favor, no te compares , ni permitas que otros te comparen NUNCA MÁS.
Concéntrate en retirar las comparaciones como un propósito para el año que se avecina y para la vida de aquí en adelante, y busca tu propósito en Dios, ilumina con su luz en todo tiempo, lugar y circunstancia donde ÉL te lleve.
Alcanzada por Su gracia
Sharon Sáenz.