Estudio Biblico
Salmo 92
El Día de Acción de Gracias es, obviamente, un día para dar gracias, pero no debería ser el único momento en que expresemos gratitud al Señor. El agradecimiento debería ser más un estilo de vida. Basta con mirar los Salmos, que nos dicen una y otra vez que cantemos alabanzas a Dios (Sal 92.1).
Nuestra cultura se caracteriza en gran medida por la ingratitud. Incluso en la oración, es fácil ir de una petición a otra sin una palabra de alabanza. Pero dar gracias vuelve a centrar nuestra atención en el Señor al recordar su amor y su fidelidad.
La gratitud a Dios por su fidelidad en el pasado aumenta la fe y fortalece nuestra confianza en Él en cuanto al futuro. Recuerde cómo Él le sostuvo en los momentos de dolor, le ayudó en los tiempos de debilidad, y suplió todas sus necesidades. Puede confiar en Él para lo que le depare el futuro.
La acción de gracias renueva nuestra alma mientras pasamos tiempo con Dios, concentrándonos en su bondad y su gracia. Para crear el hábito de dar gracias, trate de recordar la misericordia del Señor por la mañana y anunciar su fidelidad cada noche. Agradézcale por las bendiciones, y también por la obra que Él está haciendo en usted por medio de las dificultades. A medida que empiece a ver las situaciones desde la perspectiva de Él, su gratitud y su confianza crecerán.
92:2 Anunciar por la mañana tu misericordia,Y tu fidelidad cada noche,
92:3 En el decacordio y en el salterio,En tono suave con el arpa.
92:4 Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras;En las obras de tus manos me gozo.
92:5 ¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová!Muy profundos son tus pensamientos.
92:6 El hombre necio no sabe,Y el insensato no entiende esto.
92:7 Cuando brotan los impíos como la hierba,Y florecen todos los que hacen iniquidad,Es para ser destruidos eternamente.
92:8 Mas tú, Jehová, para siempre eres Altísimo.
92:9 Porque he aquí tus enemigos, oh Jehová,Porque he aquí, perecerán tus enemigos;Serán esparcidos todos los que hacen maldad.
92:10 Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo;Seré ungido con aceite fresco.
92:11 Y mirarán mis ojos sobre mis enemigos;Oirán mis oídos de los que se levantaron contra mí, de los malignos.
92:12 El justo florecerá como la palmera;Crecerá como cedro en el Líbano.
92:13 Plantados en la casa de Jehová,En los atrios de nuestro Dios florecerán.
92:14 Aun en la vejez fructificarán;Estarán vigorosos y verdes,
92:15 Para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto,Y que en él no hay injusticia.