por Dr. Jaime Mirón
Hay muchas personas que piensan que Dios tiene favoritos. Recibimos la pregunta porque hay personas quienes están pasando necesidad o sufriendo de alguna manera y piensan que Dios favorece a otros pero no a ellos. Un ejemplo: «Cuando recibí a Cristo, pensaba que todo cambiaría. En realidad, la situación no ha cambiado: tengo las mismas deudas, no han aumentado mi sueldo, etcétera. Pero veo a mis vecinos y parecen felices, prosperan en todo lo que hacen y tienen menos problemas que nosotros». Es como dice el refrán: «La gallina del vecino pone más huevos que la mía». Piensa que Dios favorece a los vecinos.
Hagamos la pregunta ¿Dios muestra favoritismo? ¿Cómo recibimos el favor de Dios? Isaías 66:2 dice: «Bendeciré a los que tienen un corazón humilde y arrepentido, a los que tiemblan ante mi palabra». El Salmo 5:12 dice: «Pues tú bendices a los justos, oh Señor; los rodeas con tu escudo de amor». No es nuestra propia justicia la que nos gana el favor; somos declarados justos por la limpieza de nuestros pecados por la sangre de Cristo (Romanos 5:1; 2 Corintios 5:21). A medida que crecemos en la fe y buscamos agradarle, Dios demuestra su favor acercándose a nosotros (Santiago 4:8).
Concretamente, contestamos la pregunta. Una de las características de Dios es que no tiene favoritos (hace acepción de personas Deuteronomio 10:17 RV60).
«Entonces Pedro respondió: “Veo con claridad que Dios no muestra favoritismo”» (Hechos 10:34 NTV). «Pues Dios no muestra favoritismo» (Romanos 2:11 NTV). «… porque Dios no tiene favoritos» (Gálatas 2:6 NTV). «… recuerden que ambos tienen el mismo Amo en el cielo, y él no tiene favoritos» (Efesios 6:9 NTV). «… pero si hacen lo que está mal, recibirán el pago por el mal que hayan hecho, porque Dios no tiene favoritos» (Colosenses 3:25 NTV). «Recuerden que el Padre celestial, a quien ustedes oran, no tiene favoritos» (1 Pedro 1:17 NTV).
Conclusión, Dios no tiene favoritos, pero sí tiene íntimos