¿Quién está presionando tus botones? - Romanos 12:21-0
Estudio Biblico
Siempre tendrás a alguien en tu vida que sea difícil y te ponga de los nervios. Puede ser un compañero de trabajo celoso, un vecino grosero o un pariente crítico. La forma en que manejes a las personas difíciles determinará qué tan alto llegarás. Si los trata como ellos lo tratan a usted, se quedará estancado. Si son irrespetuosos y tú también te faltan el respeto, eso evitará que vayas más lejos.
La Escritura dice: "Tú vencerás el mal con el bien" (Romanos 12:21). Nunca superas la falta de respeto con más falta de respeto. Nunca se sale adelante haciendo a los demás lo que ellos le hacen a usted. Esa es una prueba de tu carácter. Dios está viendo en qué puede confiar en ti. ¿Serás la persona más grande y pasarás por alto el insulto? ¿Se mantendrá en el camino correcto y no se dejará engañar por el conflicto? Tienes tanta energía emocional cada día. Se desperdicia mucha energía en enojarse, vivir ofendido, pensar en lo que dijeron, tratar de enderezarlos. Esa es la energía que necesita para sus sueños, para perseguir sus metas, para disfrutar de su familia. No lo gastes en cosas que no importan.
No puedes controlar cómo te trata alguien, pero puedes controlar cómo respondes. Cuando tomas el camino correcto y pasas por alto las ofensas, no solo disfrutarás más de tu vida, sino que le mostrarás a Dios que Él puede confiar en ti con más influencia, con más favor. No dejes que el mismo compañero de trabajo o pariente te moleste y te robe la alegría durante los próximos veinte años. Puede que no cambien, pero aquí está la clave: puedes cambiar. A veces nos hemos entrenado para responder de cierta manera. "Si él dice esto, me enojaré y lo regañaré". El problema es que estás dejando que esa persona te controle. ¿Por qué no recuperas los controles?
Jesús dice: "Deja de permitirte enfadarte" (Juan 14:27). Les das permiso para molestarte. Toma la decisión de sentirse ofendido, desanimado y amargado. Algunas personas saben qué botones pueden presionar para deformarlo. La próxima vez que aprieten esos botones, simplemente sonríe y diga: "No voy a morder el anzuelo. Me mantendré en paz y seré respetuoso a pesar de cómo me traten". Tienes que mantenerte a la ofensiva porque controlas tu felicidad. Tienes que decidir que no importa lo que digan las personas o cómo te traten, no te van a robar la alegría. Es posible que no quieran ser felices, pero no deberían impedir que usted sea feliz. Lo más poderoso que puede hacer es ser bueno con ellos, mantenerse enfocado en sus metas y dejar que Dios sea su vindicador.
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