“Yo corro teniendo una meta bien clara; yo peleo para ganar, no como quien da golpes al viento”. 1 Corintios 9:26 (NBV)
Sin metas no tienes ninguna oportunidad de tener una vida diferente a la que tuviste el año pasado. Lo que ocurra en tu vida será más de lo mismo. Las metas a largo plazo nos alejan del desánimo que provocan los contratiempos a corto plazo.
Todos hemos sufrido contratiempos. Yo lucho con ellos todos los días, pero esas dificultades no te detendrán si te enfocas en algo que estás intentado conseguir más adelante. La Biblia dice en 1 Corintios 9:26, “Yo corro teniendo una meta bien clara; yo peleo para ganar, no como quien da golpes al viento” (NBV).
No quieres ocupar tu tiempo golpeando al viento, así que hazte estas cuatro preguntas:
¿Cuál es tu meta para tu matrimonio?
¿Cuál es tu meta para tu familia?
¿Cuál es tu meta en el trabajo?
¿Cuál es tu meta en tu desarrollo espiritual?
Sin metas, simplemente te detendrás y nunca tendrás la vida que Dios quiere que vivas. Pero tan solo establecer metas no es la respuesta. Dios no respalda todas las metas que tienes.
Dios bendice las metas que:
•Glorifiquen a Dios primero: La Biblia en 1 Corintios 10:31, “uno debe de glorificar a Dios en todo lo que hace; hasta en lo que come y bebe” (NBV). Puedes hacer todo —menos pecar— para la gloria de Dios. Si lo haces de la manera correcta, cualquier cosa puede ser hecha para Su gloria.
•Sean motivadas por amor: Dios está más interesado en el “por qué” lo estás haciendo que en lo “qué” estás haciendo. Dios no bendecirá una meta establecida en el temor, sino que bendecirá una meta establecida por amor. La Biblia dice en 1 Corintios 16:14, “Cualquier cosa que hagan, háganla con amor” (NBV). Tu meta debe ser una expresión de amor a Dios o a las personas.
•Cumplan uno de sus propósitos para tu vida: Dios te puso en la tierra para hacer cinco cosas: Honrar a Dios, ser parte de su familia, ser como Cristo, servir a Dios y compartir el mensaje de tu vida. Si tus metas son parte del cumplimiento de uno de estos propósitos, Dios la bendecirá.
•Se establezcan en fe: Tus metas deben ser lo suficientemente grandes para que requieran la ayuda de Dios para que se cumplan. En lugar de tener la meta de perder 5 kilos, ¿porque no te decides a perder 25? Necesitarías depender de Dios para cumplir esa meta. La Biblia dice, “Sin fe es imposible agradar a Dios” Hebreos 11:6a (NBV).
•Se obtengan con el poder de Dios: No lograrás tus metas para el próximo año sin el poder de Dios. No podrás estar más saludable por tu propia cuenta. No mejorarás tu matrimonio con tus propias fuerzas. Las metas que realmente importan en la vida no se pueden realizar sin el poder de Dios.
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Revisa tus metas para el próximo año. ¿Son metas que honran a Jesús? Si no tienes metas, comienza hoy a establecer al menos una.
Reflexiona sobre esto:
¿Cuáles son algunas de las metas que te has fijado para el próximo año?