El agua es esencial para nuestra vida, para nuestros órganos, para nuestra piel, por eso Dios puso en nosotros un mecanismo natural que envía una señal a nuestro cerebro que nos avisa cuando nuestro cuerpo tiene sed. Si bebemos agua, nos hidratamos y todo va bien. Pero si ignoramos o suprimimos la señal el tiempo suficiente, el cuerpo deja de enviar la señal y comienza a conservar agua, pensando que el agua es escasa. Las personas que padecen deshidratación crónica comúnmente dicen que simplemente no tienen sed.
Creo que lo natural se asemeja a lo espiritual. Dios nos creó para tener sed. Puso sueños en nuestros corazones. Nos ha dado metas que perseguir. Incluso cuando estamos en dificultades, hay algo que nos dice que se supone que debemos superar. Pero cuando pasamos por decepciones, no obtuvimos el ascenso, una enfermedad nos hizo retroceder, es fácil perder la sed. Solíamos sentir pasión por ser los mejores en nuestro trabajo, iniciar un negocio, conocer a la persona adecuada, pero nos hemos asentado donde estamos, pensando que no está destinado a ser. Pero Dios no te creó para vivir en la mediocridad, para simplemente seguir los movimientos de la vida, para no tener pasión. Tienes que volver a tener sed. El hecho de que el sueño no se haya cumplido, o no haya conocido a la persona adecuada todavía, o el informe médico no haya mejorado, no lo hace.
Pero hay una condición: "Dios sacia de bienes al alma sedienta" (Salmo 107: 9). Si vas a ver cosas buenas (sanación, avances y favores) tienes que tener sed. Tienes que seguir creyendo por tus sueños, seguir esperando que se abran nuevas puertas, seguir declarando favor a tus hijos, seguir hablando promesas sobre tu salud. Dios no puso un sueño en tu corazón que no pueda llevar a cabo. No hay ningún problema en el que estés que Él no pueda resolver. La pregunta es, ¿tienes sed?
Isaías 30:18 dice: "El Señor anhela ser misericordioso contigo. El bien vendrá a todos los que esperan en él". ¿Estás buscando la bondad de Dios? ¿Estás esperando favor, creyendo que te elevarás más alto, para lograr lo que Él puso en tu corazón? Dios se encuentra con usted al nivel de sus expectativas. Si no espera nada, no recibirá nada. Dios no satisface al alma que duda, al alma negativa, al alma pasiva; Satisface el alma sedienta con cosas buenas. No caigas en la trampa de vivir la vida sin sed, sin pasión, sin celo, pensando que has visto tus mejores días. Tener sed nuevamente, comenzar a soñar nuevamente, comenzar a creer nuevamente, comenzar a tener esperanzas nuevamente. Cuando tienes sed, se ponen en marcha milagros. Dios hará que sucedan cosas que tú no puedes hacer