1 samuel 17 :58Saúl le preguntó:—Muchacho, ¿quién es tu papá?
David le contestó: —Soy hijo de tu siervo Isaí, de Belén.
Fue el padre de 8 hijos, uno de ellos traería mucha prosperidad a Israel, lleno del Espíritu Santo para ser rey, por supuesto que tal propósito era desconocido para Isaí, sin embargo, podemos notar unos rasgos muy marcados de su paternidad que nos invitan a seguir su ejemplo, tenía autoridad, comunicación y confianza en lo que Dios había depositado en sus hijos.
El primer aspecto a resaltar de la paternidad de Isaí, tiene unas pinceladas de astucia, ya que el identifica las necesidades de sus hijos, 1 samuel 17 :17-18 «Tus hermanos están con Saúl y los demás israelitas en el valle de Elá, peleando contra los filisteos. Llévales ahora mismo unos veinte kilos de trigo tostado y diez panes. Toma también estos diez quesos, y dáselos al jefe del ejército. Fíjate cómo están tus hermanos, y tráeme alguna de sus pertenencias como señal de que están bien» , tres de sus 8 hijos llevaban 40 días prestando sus servicios en la guerra y manda al menor, es decir a un cuarto hijo, para llevarles provisiones, por tanto los menesteres de la crianza no son de carácter exclusivo de la madre, Isaí estaba comprometido con el sustento de sus hijos, pero también enviaba provisiones para sus jefes, de esta manera creaba un vinculo para mantener bien informado sobre sus hijos.
Nuestra tarea es estar bien informado sobre las necesidades de nuestros hijos y construir puentes de conexión que nos puedan informar el estado de nuestros hijos cuando no estemos en el mismo lugar con ellos. Expresarles nuestro amor, es el vínculo más efectivo que podemos crear, una forma de hacerlo es decirles que los amamos a pesar de las equivocaciones.
En segundo lugar, podemos rescatar de Isaí, que conocía las características espirituales de sus hijos, 1 samuel 16:12-13 Isaí mandó que lo fueran a buscar. Su hijo menor era un joven de buen parecer, saludable[a] y apuesto. El SEÑOR le dijo a Samuel:—Este es mi elegido, levántate y úngelo. Samuel tomó el cuerno de aceite y derramó el aceite sobre el hijo menor de Isaí, frente a sus hermanos. El Espíritu del SEÑOR vino con poder sobre David y desde ese día estuvo con él. Luego Samuel regresó a Ramá. Isaí fue testigo cuando ungieron a David y de su llenura del Espíritu Santo, sabía los dones que Dios había puesto particularmente en él.
Mas que enviar a David a llevarle provisiones a sus hermanos, Isaí lo envió para que ejerciera el don que Dios ya había puesto en él si había la oportunidad. Un buen padre interpreta el momento oportuno para que los dones que el espíritu santo ha puesto sobre su hijo sean provisión para servir a otros.
Por último, Isaí impulsa a sus hijos a desarrollar los propósitos de Dios. 1 samuel 17: 13 -17
Un buen papá reconoce que en situaciones extremas puede ejercitarse el don que Dios ha depositado en sus hijos y lo ve como una oportunidad. De esta manera su hijo aprende a confiar en Dios, a no temer a las situaciones difíciles, y a reconocer que es Dios quien pelea las batallas por ellos.
Se habla hoy de una generación de cristal, y hacer referencia a una generación frágil, comprende los nacidos desde el año 2000 en adelante, se caracteriza por tener padres que carecen de autoridad y abundan en sobreproteccion, padres que poco comparten con sus hijos y tuvieron carencias en su niñez y por ello dan todo lo que quieren sus hijos, por lo tanto, son hijos inseguros y con inestabilidad emocional.
Como padres lo mejor que podemos hacer por nuestros hijos es NO evitarles enfrentar momentos difíciles, saber que cuentan con nuestro apoyo en medio de situaciones donde pueden no tener la razón y no alcanzar con éxito algún propósito, solo así, dejaran de ser autosuficientes, entenderán que es necesario confiar en Dios, trabajar en equipo con otras personas con humildad, colocar al servicio de otros las capacidades que Dios les dió y encontrar el valor, el coraje, la perseverancia y disciplina que necesitan en Dios, pues solo Él es suficiente para ganar las batallas.