Estudio Biblico
“Es cierto, cada uno de nosotros tendrá que responder por sí mismo ante Dios… Propónganse vivir de tal manera que no causen tropiezo ni caída a otro creyente”. Romanos 14:12-13 (NTV)
Todo lo que haces influye en alguien más. Algunas decisiones son buenas para ti y también buenas para otros. Pero algunas veces es tentador tomar decisiones que quizás estén bien para ti, pero dañaría a las personas alrededor tuyo. Por esto es beneficioso usar el ‘Examen de la Influencia’ cuando estás tomando decisiones. Simplemente te preguntas: ¿Esto le hará daño a otras personas?
El ‘Examen de la Influencia’ es lo opuesto a lo que nuestra cultura fomenta. Nuestra cultura te enseña a pensar solo en ti mismo: ¿Qué necesitas tú? ¿Qué quieres tú? Pero Dios espera que pienses en las personas a tu alrededor también. Romanos 14:12-13 dice, “Es cierto, cada uno de nosotros tendrá que responder por sí mismo ante Dios… Propónganse vivir de tal manera que no causen tropiezo ni caída a otro creyente” (NTV). Te guste o no, otras personas te están observando. Todos estamos juntos en este barco llamado humanidad. Si yo decido taladrar un hoyo en el piso del barco, todos los demás se afectarán.
La Biblia dice que un día nosotros seremos juzgados por cómo nuestras decisiones afectaron a otras personas. Dios toma esto muy en serio.
Una imagen vívida de esto es con los padres y otras personas que tienen niños en sus vidas. Estás influyendo directamente la próxima generación mientras tus hijos miran las decisiones que tomas. Ellos ven si tratas a las personas groseras con respeto o le devuelves la grosería. Ellos saben si le mentiste a tu jefe sobre estar enfermo para poder tener un día libre. Ellos están aprendiendo qué es apropiado por lo que ves en la televisión y por lo que les permites ver.
Quizás no tienes niños en tu vida, pero casi todos somos vecinos de alguien. Pregúntate: “¿Soy un buen vecino con las personas que viven más cerca de mí?” Las personas al azar con las que tienes contacto todos los días te están observando, también —el chico nuevo trabajando de cajero en la tienda, o el mesero en el restaurante quien está teniendo un mal día y se desquita contigo. Como cristiano, tú no solo respondes a estas cosas como quieres. Si lo haces, los no-cristianos a tu alrededor probablemente miren y digan, “¡Si eso es ser cristiano, olvídalo!”
Estoy tratando de vivir mi vida, lo mejor que sé, de tal forma que las personas tendrán que inventarse cosas sobre mí para acusarme. Esa es mi meta, y espero que sea tu meta, también.
Romanos 15:1-2 dice, “Los que somos fuertes debemos tener consideración de los que son sensibles a este tipo de cosas. No debemos agradarnos solamente a nosotros mismos. Deberíamos ayudar a otros a hacer lo que es correcto y edificarlos en el Señor” (NTV). Las personas maduras limitan su libertad para el beneficio de otros. Ellos consideran cómo sus decisiones afectarán a las personas a su alrededor. Ellos limitan su libertad por amor. Ellos usan el ‘Examen de la Influencia’ y se preguntan, “¿Cómo esto afectará a otros?”
Reflexiona sobre esto
¿Por qué un cristiano necesita considerar a otras personas cuando está tomando decisiones?
14:13 Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano.