Estudio Biblico
Este pequeño pero poderoso libro de la Biblia fue escrito por un gran hombre de la historia. Nada más y nada menos que el rey Salomón, el más grande rey de su época. También fue uno de los hombres más sabios de su tiempo, ya que sabiduría fue lo que pidió a Dios y Él se lo otorgó en base a su oración (1 Reyes 3:3-14). Y este hombre, sabio entre los sabios, poderoso como pocos en toda la historia de la humanidad, reconoce que "no hay nada nuevo bajo el sol" en este mundo.
Él era un rey que podía tener todo a su alcance. Tenía acceso a los lujos más refinados, a animales exóticos traídos de tierras lejanas, manjares extraños con diversidad de sabores. Tuvo muchas mujeres de diferentes culturas y recibía presentes y ofrendas de muchos lugares. Pero su conclusión en su madurez fue: "no hay nada nuevo bajo el sol." ¿Qué es algo nuevo? Según el diccionario es algo que acaba de aparecer, de formarse. Que se oye o ve por primera vez. Y Salomón nos recuerda, con mucha sabiduría, que lo mismo que fue en el pasado, será en el futuro. Y tampoco habrá memoria hoy de lo que sucedió ayer.
Esto me hace acordar al pecado, ¿no lo crees? Desde que Adán y Eva pecaron y fueron destituidos de la gloria de Dios, todo ha sido igual. Pecado y mas pecado, maldad y más maldad. Es lo único que sabemos hacer y parece que nunca aprendemos de nuestros errores, de nuestro pecado del pasado, ¿no es cierto? Pero gracias al Señor, que intervino en este mundo, para que algo nuevo pueda surgir, para que no seamos esclavas del pecado nunca más. El envió a Su hijo amado, a Jesús, para poder crear algo nuevo en la humanidad. Él es el que nos da nuevos corazones para poder amarlo y un nuevo futuro junto a Él.
Gracias Señor porque solo Tú puedes hacer cosas nuevas. Gracias por enviar a tu hijo Jesús a morir por mis pecados y así poder tener un nuevo corazón y una nueva relación contigo.
1:10 ¿Hay algo de que se puede decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido.