Proverbios 3:27 “No te niegues a hacer el bien a quien es debido, Cuando tuvieres poder para hacerlo.”
Durante esta semana estuvimos estudiando acerca de cómo enfrentar con sabiduría diferentes tentaciones. Pero la de hoy es un poco diferente, no es una tentación a hacer algo malo, sino una tentación a no hacer lo bueno. ¿Puedes pensar en una ocasión donde sabías que debías hacer algo por alguien, pero preferiste no hacerlo? ¿Qué te detuvo?
En cierta ocasión viajaba en carretera con mi esposo, y de pronto nos dimos cuenta que el auto que iba delante de nosotros tenía un problema. La llanta delantera del lado derecho se movía de forma rara y mi esposo concluyó que estaba floja. El trató de alcanzar el auto pero no pudo, le hizo cambio de luces pero no hubo respuesta, yo le dije: ya deja así. Él me volteo a ver y me dijo: y si fuéramos nosotros… ¿No te gustaría que alguien nos avisara? Con cuanta frecuencia nos sentimos tan bien a la hora que alguien nos hace un favor en ese momento que tanto lo necesitábamos, pero a la hora de hacer lo mismo hacia otros lo dudamos, cuestionamos o esperamos si alguien más lo hace antes que nosotras.
Amadas, debemos ser tan entusiasta en hacer el bien como lo somos para recibir el que nos hacen a nosotras. El libro de Gálatas también nos exhorta a que, como hijas de Dios, nunca debemos negarnos a hacer el bien en toda oportunidad. “Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.” Gálatas 6:10 En la Biblia podemos encontrar diferentes textos que nos animan a ocuparnos en buenas obras. ¿Y qué mejor obra que hacer bien a los demás?
Como hijas de Dios debemos procurar ocuparnos en esto. John Wesley dijo: “Haz todo el bien que puedas; por todos los medios que puedas; de todas las maneras que puedas; en todos los lugares que puedas; tantas veces que puedas; a todas la personas que puedas; por todo el tiempo que puedas.”
Amadas, no hay excusa, no caigamos en la tentación de negarnos a servir a los demás, recuerda que ser un buen prójimo constituye una forma concreta de poner en práctica la sabiduría.
Con la mirada puesta en Jesús
Delsis Ojeda