Estudio Biblico
El rechazo es un sentimiento profundo que no nos permite sentirnos amados y aceptados. Una persona que se siente rechazada, con el propósito de de evitar más rechazo se aleja de todos. El rechazo puede suceder en la casa, en el colegio, en la universidad, en el trabajo, e incluso, en la propia iglesia.
El rechazo produce inmadurez emocional, complejos de inferioridad, temor e inseguridad para hablar con otras personas, indecisión, obras inconclusas, delicadeza o hipersensibilidad (personas que se sienten por todo), vacíos emocionales y aislamiento.
Muchas veces nos topamos con personas tan antipáticas que no sentimos el deseo de acercarnos a ellas. Sin embargo, su antipatía proviene de una herida de rechazo. Aunque estas personas quieran relacionarse con otros, no pueden, se creen tan poco que se aíslan completamente. Sostienen una lucha constante entre querer acercarse y no querer que nadie se les acerque.
José fue un ejemplo de rechazo familiar. Todos sus hermanos lo rechazaron y terminaron vendiéndolo como un esclavo. Cualquiera pensaría que ese acto terminaría por acabar la vida de José pero en su encuentro con sus hermanos después de muchos años, José les hizo entender que Dios había transformado el mal en bendición.
Para reflexionar: ¿Cómo vencer el rechazo?
· Recordar que Jesús dijo que por su causa serias rechazados.
· Perdonar y bendecir a los que te han causado rechazo.
· Perdonarte a ti mismo.
· Si sientes que hay un patrón de rechazo en tú vida, debes llevarlo todos los días a la cruz de Cristo y entregarlos allí al Señor.