Pablo pidió que ellos pudieran ser capaces de entenderse los unos con los otros, al estar en comunión en cualquier dimensión del amor de Jesús. Pablo quería que ellos supieran esto por experiencia y no solamente por palabras. “Que tú y yo seamos expertos en esta medida. Si no sabemos nada de matemáticas, que seamos eruditos bien instruidos en esta geometría espiritual y seamos capaces de comprender la amplitud y la extensión del precioso amor de Jesús”. (Spurgeon)
Cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura: Esto significa que el amor de Jesús tiene dimensiones y que puede ser medido. “Ay, para muchas personas religiosas el amor de Jesús no es una cosa sólida y sustancial en absoluto - es una hermosa ficción, una creencia sentimental, una teoría formal, pero para Pablo era un hecho real, sustancial y mensurable; lo había considerado de esta manera, y de esa manera, y al revés, y evidentemente era real para él, fuera lo que fuera para los demás”. (Spurgeon)
El amor de Jesús tiene anchura. Puedes ver qué tan ancho es, al ver qué tanto alcanza a cubrir. El río del amor de Dios es tan ancho que cubre mi pecado, y cubre cada circunstancia de mi vida, para que todas las cosas obren para bien. Cuando yo dudo de Su perdón o de Su providencia, estoy delimitando el poderoso río del amor de Dios. Su amor es tan ancho como el mundo: Porque de tal manera amo Dios al mundo (Juan 3:16). “Algunos de ellos parecen estar tan absortos en la altura y la longitud que niegan la anchura, y uno pensaría al escucharlos predicar que Cristo vino al mundo para salvar a media docena, y que fueron cinco... ¡Fuera en su estrechez! Habrá más en el cielo de lo que esperamos ver allí por un largo camino; y habrá algunos allí con quienes tuvimos muy poca comunión cómoda en la tierra que tuvieron comunión con Cristo, y que, por lo tanto, serán llevados a morar con él para siempre” (Spurgeon)
El amor de Jesús tiene longitud. Cuando consideramos la longitud del amor de Dios, pregúntate “¿Cuándo empezó el amor de Dios en mí? ¿Por cuánto más continuará?” Estas verdades miden la longitud del amor de Dios. Sí, Yo les he amado con amor duradero (Jeremías 31:3).
El amor de Jesús tiene profundidad. Filipenses 2:7-8 nos dice cuán profundo es el amor de Jesús: Sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz, y así de profundo es el amor de Jesús por nosotros.
El amor de Jesús tiene altura. Para ver la altura del amor de Dios, pregúntese, “¿Qué tan alto me levanta?” Me levanta a lugares celestiales en donde estoy sentado con Cristo. Él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús (Efesios 2:6).
¿Podemos en verdad comprender la anchura, la longitud, la profundidad y la altura del amor de Dios? Para llegar a comprender las dimensiones del amor de Dios, debemos ir a la cruz. La cruz apuntaba en cuatro direcciones, esencialmente en todas las direcciones, porque...
· El amor de Dios es lo suficientemente ancho para incluir a cualquier persona.
· El amor de Dios es lo suficientemente largo para durar para toda la eternidad.
· El amor de Dios es lo suficientemente profundo para alcanzar al peor pecador.
· El amor de Dios es lo suficientemente alto para llevarnos al cielo.
De conocer el amor de Cristo: Pablo escribió de algo que podemos saber. Esto no es especulación, o adivinar, emociones o sentimiento. Esto es algo que podemos conocer. “Uno de estos filósofos dice amablemente que la religión es un asunto de creer; no de conocimiento. Esto se opone a todas las enseñanzas de la Escritura”. (Spurgeon)
Pablo pidió a Dios que llenara a estos cristianos de toda la plenitud de Dios. La palabra de, es una mejor traducción que la palabra con. Pablo quería que los cristianos experimentaran la vida en Cristo Jesús, la plenitud de Dios (Colosenses 2:9), y que se llenaran a su capacidad con Jesús, así como Dios está lleno a Su propia capacidad con Su propio carácter y atributos.
“Entre todos los grandes dichos de esta oración, este es el más grande. Estar LLENO de Dios es una gran cosa; estar lleno de la PLENITUD de Dios es aún mayor; pero estar lleno de TODA la plenitud de Dios desconcierta por completo el sentido y confunde el entendimiento”. (Clarke)
Invitación: Ore Efesios 3:18-19. Ore para que Dios lo llene con Su plenitud y le permita comprender plenamente Su amor.