“…les he escrito brevemente, para animarlos y confirmarles que esta es la verdadera gracia de Dios. Manténganse firmes en ella”. 1 Pedro 5:12 (NVI)
Te enfrentarás a muchos tropiezos en el camino de la vida. Pero a pesar de lo que tengas que pasar, puedes confiar en la gracia sustentadora de Dios.
Habrá tres tiempos en la vida en la que será fácil que tropieces, que te salgas a un lado del camino, y que no termines bien. Pero en cada una de estas situaciones, la gracia sustentadora de Dios te llevará a través de esto.
La gracia sustentadora de Dios te ayuda a mantenerte en pie cuando eres tentado.
La tentación es lo primero que puede ocasionar que tropieces. La Biblia dice, “Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir” 1Corintios 10:13 (NVI). Dios dice, “Yo proveeré la gracia sustentadora para darte una salida a fin de que puedas resistir”. Esa salida puede ser cambiar el canal del televisor. Puede ser salir por la puerta. Puede ser cambiar la forma como estás pensando. Dios proveerá una forma para escapar de la tentación.
La gracia sustentadora de Dios te ayuda a mantenerte en pie cuando estás cansado.
Algunas veces no eres tentado. ¡A veces solo estás cansado! La vida a menudo es agotadora. Se requiere de mucha energía, especialmente cuando estás tratando de hacer aquello que es correcto, en vez de aquello que es fácil. ¿Pero de dónde viene el poder para hacer aquello que es correcto cuando estás muy cansado? “Dios es el que nos mantiene firmes en Cristo, tanto a nosotros como a ustedes. Él nos ungió, nos selló como propiedad suya y puso su Espíritu en nuestro corazón como garantía de sus promesas” 2 Corintios 1:21-22 (NVI). Tener al Espíritu Santo en tu corazón te da la energía para hacer aquello que no puedes hacer con tu propio poder.
La gracia sustentadora de Dios te da el poder de seguir adelante cuando estás perturbado.
Hay algunas heridas que, aunque lo desees con todas las fuerzas del mundo, no se irán. Algunas cosas en la vida son implacables e inmerecidas —y esas son las que más duelen. ¿Qué haces en esas situaciones? Primero paras el juego del “si tan solo” y en vez de eso te enfocas en Cristo y en su poder sustentador. Isaías 41:10 dice, “Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa” (NVI).
Recuerda que tú nunca estás solo y sin esperanza en la vida. Ya sea que estés siendo tentado, estés cansado o afligido, puedes contar en la gracia sustentadora de Dios que siempre te sostiene.