Estudio Biblico
Nos preparamos para recibir la Semana Santa o la semana mayor y es común en esta semana ver a muchas personas religiosas lacerándose, yendo a la iglesia, participando de largas procesiones como parte de la celebración de semana santa.
Pero se nos olvida que el objetivo principal de esta semana es conmemorar la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo.
En esta semana viene a la mente la pregunta, ¿Por qué es tan importante para nosotros el sacrificio de Jesucristo?
Esto nos remite al principio de todas las cosas. Dios claramente le advirtió a Adán que si comía del fruto del bien y del mal moriría Génesis 2: 16-17. Esta muerte hace referencia a una muerte espiritual o separación de Dios. Quiere decir, que si desobedecían o si se rebelaban ante el mandato de Dios la comunión y las bendiciones de poder disfrutar una relación con Dios se iba a romper.
Efectivamente el hombre desobedeció y al verse desnudos cosieron hojas para cubrirse Génesis 3: 7: “En ese momento, se les abrieron los ojos, y de pronto sintieron vergüenza (culpa) por su desnudez. Entonces cosieron hojas de higuera para cubrirse.”
Después de pecar Adán y Eva se sintieron culpables y avergonzados por su desnudez. Esos sentimientos de culpabilidad los hicieron huir de Dios. Génesis 3: 10. Esto es lo que nosotros llamamos la voz de la conciencia. Y las personas amenazadas por sus conciencias crean lo que hoy llamamos religión y hacen muchas cosas para calmar sus conciencias. En especial en esta época. (Cosen hojas para cubrirse.)
Pero Dios les proveyó el sacrificio para cubrir su desnudez y vergüenza Génesis 3: 21: “Y el Señor Dios hizo ropa de pieles de animales para Adán y su esposa.” Y así debe ser, Dios tomando la iniciativa de buscar restaurar nuestra relación con Él, no nosotros.
Este primer sacrificio es clave para entender toda la doctrina del A.T como tipos del sacrificio de Cristo.
Para reflexionar: Dios en su presciencia (conocimiento anticipado de las cosas) previó la caída del hombre y diseñó todo un plan de salvación en el cual el centro de dicho plan tiene solo un mediador capaz de unir al ofensor (hombre) y al ofendido (Dios). 1 Timoteo 2: 5.
2:17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.