Estudio Biblico
MESSI vs MESÍAS
Por: Federico Suarez
Hoy todos, bueno todos los que nos gusta el buen fútbol vimos por las pantallas el llanto de Lionel Messi, tras la repentina noticia de tener que irse del Barcelona, equipo y ciudad en dónde se formó y desarrolló todo el mega nivel futbolero con el que nos robó la atención.
Lo que me parece sorprendente es que, aunque ama hasta las lágrimas a su equipo y su ciudad, no se puede quedar allí, y aunque si es cierto que la plata; lo mucho que vale y que ofrecen por él es una razón de peso para tener que irse hay otra más fuerte: que pudiendo retirarse y vivir el resto de su vida con toda la plata que tiene, se va a seguir haciendo lo que sabe hacer y quizás para lo que nació: a hacer su impresionante fútbol. Pudiendo retirarse para atarse a su ciudad decide desligarse de ella para ir a seguir haciendo lo que fue llamado a hacer: buen fútbol.
Pero Messi con todo su fútbol casi sobrenatural no deja de ser un mortal más. Sin embargo, su historia me hizo recordar mi devocional de hoy. Jesús el mesías estaba sanando a muchos en la casa de la suegra de su discípulo Pedro, en la mañana siguiente decidió salir de allí e ir a un lugar solitario. Sin embargo, la gente lo buscó, cuando lo halló hicieron lo que pudieron para que se quedara allí con ellos.
Su respuesta fue retadora e inspiradora: les dijo que tenía que irse, que debía ir a otras ciudades a predicar las buenas noticias del reino de Dios, y les dio la razón por lo cual debía hacerlo: porque para esto había sido enviado.
Jesús pudo ser amado por la gente de esta ciudad e invitado a quedarse allí por las palabras que decía y milagros que hacía, sin embargo, una razón no le permitía quedarse; debía ir a seguir haciendo lo que fue enviado a hacer: anunciar las buenas nuevas del reino de Dios a otros lugares.
Jesús tenía clara su misión, a eso había sido enviado y estaba enfocado y apasionado por hacerlo.
Vi de manera emotiva el vídeo de Messi al recordar sus majestuosas jugadas, pero dicha emoción cesó cuando recordé que su ida en nada cambia mi realidad y que dichas lágrimas tras su repentina salida de Barcelona en avión privado no son nada frente a los repentinos y dolorosos desplazamientos de Ituango a pie de miles de campesinos colombianos.
En cambio, al ver el mesías enfocado y apasionado, que fue a otras ciudades a hacer lo que fue enviado y recordar que a eso mismo envió a sus discípulos: a hacer más discípulos predicando el evangelio, me recordó que cómo discípulos, somos llamados a como él, y cómo ellos que trastornaron el mundo con esa esperanza, a seguir dándola siguiendo el ejemplo de Jesús el mesías: enfocarnos y apasionarnos por cumplir lo que fuimos llamados a hacer: ir a anunciar las buenas nuevas del reino de Dios, ese evangelio que da luz y esperanza a nuestra Colombia.
4:43 Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado.
4:44 Y predicaba en las sinagogas de Galilea.