A partir de hoy, como comunidad Cristiana Shalom vamos a empezar a estudiar el tema “EL FRUTO DEL ESPIRITU SANTO” y cada uno de sus nueve componentes.
Antes de entrar a estudiar cada uno de los componentes del fruto del Espíritu Santo, es necesario responder a algunas preguntas importantes que nos introducirán en esta serie de mensajes, basándonos en el siguiente texto bíblico:
Gálatas 5: 16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. 18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. 22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
¿Qué es el fruto del Espíritu Santo?
Dicho de una forma sencilla es:
El carácter de Cristo, producido por el Espíritu de Cristo , en el creyente en Cristo.
Este carácter esta resumido en Gal 5:22 y lo compone integralmente el amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, y la templanza.
¿Quién produce el fruto del Espíritu Santo?
Para responder esta pregunta, es necesario entender que en el creyente de Cristo hay una lucha constante entre la naturaleza pecaminosa (el viejo hombre) y el nuevo hombre renovado por el Espíritu Santo.
Este pasaje enseña que la naturaleza pecaminosa solo puede producir una cosa: las obras de la carne, o obras de pecado.
Pero el Espíritu Santo produce el fruto del Espíritu. El fruto del Espíritu nace desde el mismo Espíritu Santo quien mora en el creyente. No es producto del corazón y voluntad humana sino de Dios mismo. El fruto del Espíritu Santo es una consecuencia natural misma de la obra santificadora del Espíritu Santo.
¿Cómo podemos dar fruto?
Como vimos anteriormente, el fruto es obra del Espíritu Santo, así que Pablo nos da los siguientes mandatos en este pasaje:
•Andar en el Espíritu
•Dejarnos guiar por el Espíritu
•Vivir en el Espíritu
En otras palabras, si es el Espíritu quien produce el fruto, debemos permitir su obra dejándonos guiar y controlar por El, y no por nuestra naturaleza pecaminosa.
En Juan 15 Jesús también enseña que el fruto es una consecuencia de permanecer en El que es la Vid verdadera, y de permanecer en Su palabra. Nosotros solo somos ramas, no el árbol, si nos separamos del árbol no podremos dar fruto.
¿Porqué es importante dar fruto?
Pablo afirma: contra tales cosas (el fruto del Espíritu Santo ) no hay ley. Es decir, si bien usted no esta obligado a cumplir la ley, porque está bajo la gracia de Dios, bajo la gracia de Dios usted debe mostrar que es un auténtico creyente de Jesucristo a través del fruto que está dando. En el libro de Gálatas Pablo hace un llamado a evitar el legalismo, pero también el libertinaje, mostrando el fruto del Espíritu Santo.
Jesús lo dijo en Mateo 7:17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. 18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. 19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 20 Así que, por sus frutos los conoceréis.
¿Que fruto está usted dando?
Teniendo la base bíblica de lo que es el Fruto del Espíritu veamos la primera característica.
“Mas el fruto del Espíritu es amor…..”
EL AMOR, LA BASE DE TODO
El amor al que Pablo hace referencia no es a la emoción romántica que conocemos, sino a el AMOR DE DIOS (amor Agape) producido por el Espíritu Santo en el creyente de Jesucristo. Este amor tiene unas características muy particulares descritas en 1 Cor 13, y solo puede ser producido por Dios.
1 Cor 13:4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
Es imposible que este tipo de amor sea producido por el corazón humano.
La Biblia enseña que en este amor se resume toda la ley y los profetas. El amor es la base de:
1.SU RELACIÓN CON DIOS
Mateo 22:37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento.
Dios manda que le amemos con todo nuestro ser. Dios debe ser el primer lugar en todo lo que hagamos y pensemos.
¿Es evidente este amor a Dios en su vida?
¿Ocupa Dios el primer lugar en su vida?
Cuando usted ama a Dios sobre todo y con todo:
•Usted no deja pasar un solo día sin escuchar su voz a través de la lectura de la Palabra
•Usted sirve a Dios en amor en todo lo que hace. En el trabajo, en su casa, en la iglesia.
•Usted le expresa en adoración ese amor, con cánticos, alabanzas, danzas.
•Usted no permite el pecado en su vida, porque sabe que eso rompe su comunión con Dios.
2.SU RELACIÓN CON LAS PERSONAS
39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
Además que le amemos, Dios ordena que amemos a todas las personas como a nosotros mismos. Esto incluye familia, amigos, y hasta enemigos.
Cuando usted ama con el amor de Dios a las otras personas
•No tiene envídia
•No es orgulloso
•Perdona las ofensas
•Busca el beneficio de las otras personas.
•No responde el mal con mal, sino el mal con bien
•Ora incluso por sus enemigos.
3.EL EJERCICIO DE SUS DONES
1 Cor 13:1 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. 3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
Cualquier don que tengamos debe ser ejercido con amor.
Necesitamos tener el fruto del Espíritu para ejercer los dones del Espíritu.
Pero esto no solo aplica con los dones espirituales, sino con todo lo que hacemos. Hagamos lo que hagamos, si la base no es el amor de nada sirve.
•¿De que sirve un maestro con una capacidad extraordinaria si no tiene amor?
•¿De que sirve una persona con una voz majestuosa si no tiene amor?
•¿De que sirve un doctor, odontólogo, psicólogo si cuando atiende a las personas lo hace sin amor?
El problema en el mundo no es de falta de capacidades, sino de falta de amor.
REFLEXIONES
¿Quién controla tu vida? ¿El Espíritu o la carne?
¿Qué fruto estás mostrando?
¿El amor de Dios es evidente en tu vida?