Estudio Biblico
Los hijos prodigos, son esos hijos de la casa que se van para mundo aventura, y después de un tiempo debido a las circunstancias y a los problemas vuelven arrepentidos al Señor.
Y aprenden la lección y después no les quedan ganas ni de volverse a ir, Sin embargo, cuando esas personas se van de la casa del Padre: pierden la gracia, cobertura, la unción, pierden la luz, sabor, la provisión, visión.
Quizá no pierdan su salvación porque el que es hijo independientemente como sea nunca dejará de ser hijo. ¿Y qué de aquellos que nunca vuelven?
Esas son de los enigmas que solo el Señor lo sabe, pero me atrevería a decir que nunca hubo un verdadero encuentro con Jesús, Porque que tú estés en la casa del padre no significa que tengas una relación con el padre. Sin embargo, el hijo entro en razón y se dio cuenta de los desviado que estaba.
entonces se dijo, volveré a la casa de mi padre y le pediré perdon. Pero es bien interesante la actitud del padre de como lo recibe con tanto amor, lo perdona y le restaura si dignidad que habia perdido por causa del pecado.
Dios esta esperando que vuelvas a su casa, él quiere restaurarte, perdonarte, amarte. Acercate confiadamente ante el trono de la gracia para hallar gracia y misericordia para el oportuno socorro.
15:12 y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes.
15:13 No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente.
15:14 Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle.
15:15 Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos.
15:16 Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba.
15:17 Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!
15:18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.
15:19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.
15:20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.
15:21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.
15:22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.
15:23 Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta;
15:24 porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.
15:25 Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas;
15:26 y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.
15:27 El le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano.
15:28 Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase.
15:29 Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos.
15:30 Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo.
15:31 El entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas.
15:32 Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.