Estudio Biblico
A Jeremías también lo apodaban: el profeta llorón, ¿pero quién no se lamentaría viendo la ciudad que amaba en ruinas? La ciudad de Dios (David), el principal lugar de adoración para los hebreos. Y en esas circunstancias, con una ciudad destruida, jeremías comienza a hablar con Dios, con la seguridad de ser escuchado.
56 Me oíste cuando clamé: «¡Escucha mi ruego! ¡Oye mi grito de socorro!». 57 Así fue, cuando llamé tú viniste; me dijiste: «No tengas miedo». En esos momentos de desespero, jeremías se enfoca en el único que puede sacarlo del pozo profundo de desesperación en el que se encontraba. Y en esa situación desesperante, sucede algo especial: Dios le habla y le dice: no tengas miedo…
El temor es un sentimiento natural nuestro que responde ante una situación de crisis, el problema es cuando el temor nos controla. Ahora, el temor se hace más grande cuando:
ü Llenamos nuestra mente de malas noticias.
ü O cuando otros nos contagian de sus temores.
ü En esos casos tenemos que aprender a ser selectivos con la información que recibimos.
Quiero terminar dándote 3 razones del porque en este tiempo no debemos permitir que el temor nos controle:
1. Porque Dios te sostiene.
2. Porque Dios te levanta.
3. Porque Dios te protege.
¿ha primado el temor en esta cuarentena?
3:56 Oíste mi voz; no escondas tu oído al clamor de mis suspiros.
3:57 Te acercaste el día que te invoqué; dijiste: No temas.
3:58 Abogaste, Señor, la causa de mi alma; redimiste mi vida.