1. Solo el 18% de las personas logran cumplir sus sueños, lo cual indica que más del 70% no lo logran.
2. Datos afirman que la mayoría de personas hacen o trabajan en otras áreas que nunca soñaron, pero que les ayuda a pagar sus obligaciones.
3. Solo el 16% de las personas están viviendo su sueño de infancia.
4. Señala la encuesta que una de las excusas más comunes que las personas ponen para disimular su frustración es: me case, tengo hijos o hay que trabajar.
El profeta Joel habla de una de las evidencias del derramamiento del Espíritu Santo son los sueños y las visiones. El Espíritu Santo habla de muchas maneras: su principal medio es la Palabra de Dios, sin embargo, los sueños y las visiones se presentan como una alternativa frente a una mente contaminada por el mundo, y a un corazón desesperado, intranquilo, ansioso.
Todo esto se convierte en obstáculos para oír el mensaje de Dios, porque Dios revela su propósito en el reposo, es difícil oír a Dios en el desespero. Job 33: 14-15 NTV: “14Pues Dios habla una y otra vez, aunque la gente no lo reconozca. 15 Habla en sueños, en visiones nocturnas, cuando el sueño profundo cae sobre las personas mientras están acostadas.”
El profeta Habacuc también nos habla de la importancia de escribir la visión puesta por el Señor. Habacuc 2: 2-3 NTV: “2 Entonces el Señor me dijo: Escribe mi respuesta con claridad en tablas, para que un corredor pueda llevar a otros el mensaje sin error. 3 Esta visión es para un tiempo futuro. Describe el fin, y este se cumplirá. Aunque parezca que se demora en llegar, espera con paciencia, porque sin lugar a dudas sucederá. No se tardará.”
Muchas veces la respuesta de Dios a nuestras oraciones es una VISION. ¿Qué sueños? ¿Qué visión ha puesto el Señor en tú corazón?