Estudio Biblico
En cualquier familia, matrimonio, iglesia, empresa el conflicto es inevitable. Se requiere de sabiduría y madurez para poder resolverlos.
Cada uno es una pieza única y por ser diferentes posiblemente se presenten conflictos. El problema no es “no tener conflictos” sino más bien “como reaccionamos, que decimos cuando tenemos uno”.
Es cierto que Dios nos llama a estar en paz, pero eso no indica que somos “san Agustín” Creo que por medio de esas diferencias en nosotros, el Señor moldea nuestro carácter hasta perfeccionarlo. “como aprender a perdonar si nunca nos ofenden, como aprender a amar a los enemigos si nunca los tenemos”.
¿Que es un conflicto?
Un conflicto es la etapa inicial en el que dos o más individuos con intereses contrapuestos entran en confrontación. Un conflicto puede desencadenar un problema dependiendo la forma en cómo se trate el conflicto, el problema trasciende tiempo y personas, en cambio el conflicto se puede solucionar en un momento.
Entendiendo la definición de un conflicto, miremos ¿Por qué hay conflictos?, ¿Por qué peleamos si nos amamos? La principal razón por la que se genera un conflicto es porque nos sentimos insatisfechos. La insatisfacción es un sentimiento de malestar o disgusto que se tiene cuando no se cubre una necesidad.
Cuando tus necesidades no son satisfechas (físicas, sexuales, financieras, laborales, etc) se crean sentimientos de molestia y pueden crear conflictos.
Algunos consejos para resolver conflictos:
· Mide tus Palabras. Tus palabras pueden desencadenar un ¡GRAN PROBLEMA!
· Recordar que están en el mismo equipo.
· No hablar cuando la emoción es fuerte -darse tiempo de calmarse antes.
· No tratar de resolverlo cuando estas cansada o con hambre.
· Hablar con la persona y no de la persona. ¿Qué tienen que ver tus suegros, familiares o amigos en tus conflictos?
· No insultar.
· No generalizar, “tú siempre…”.
· Escuchar, no interrumpa.
· Usar “yo siento” en lugar de acusar, “tú siempre…”
· póngase en sus zapatos.
· No incluir cosas del pasado.
· No gritar.
· No amenazar.
· No avergonzar a la persona – guarda su dignidad.
· No guardar sentimientos malos hasta que se exploten como una bomba.
· No tirar cosas.