Estudio Biblico
Este capítulo nos muestra como, en una economía creada por Dios mismo, el pedir prestado se permitía pero, al mismo tiempo se regulaba.
El pedir prestado es un concepto negativo y no recomendable.
Claro, Dios no prohíbe pedir prestado, en mi opinión personal yo no creo que pedir prestado sea pecado, porque en el pasaje que leímos Dios mismo lo permitía y hablaba al respecto. Pero el hacerlo es algo indeseable, incomodo y en la sociedad de hoy muy peligroso.
Cuándo te dicen deuda, ¿Qué es lo primero que se te viene a la mente? Miedo, único medio, terror, estrés, esclavitud, salida, etc.
Algunas desventajas de pedir prestado:
. Prov. 22: 7 “el que pide prestado se hace esclavo del prestamista”. Me hace esclavo de los hombres.
. Por prestamos se ha dado muy mal testimonio debido al no pago de las mismas.
. Por préstamos no devueltos se han dañado relaciones familiares, amistades, etc.
. El no pago de las deudas trae consigo temor, pánico, crisis, deshonra, etc.
El pedir prestado debe ser un compromiso a corto plazo.
Los prestamistas están flexibilizando las reglas para prestar dinero porque yo creo que el negocio de los bancos es tener a la gente pagando intereses y no pagando sus deudas. Es por eso que la gente hoy en día se esta endeudando por mucho mas de 7 años.
Nosotros, entonces, deberíamos tratar de pagar las deudas lo antes posible. Ponte metas en el pago de tus deudas. Recuerda los bancos nunca pierden ese auto que compraste con el tiempo pierde valor, pero tú seguirás pagando los mismos intereses. Lo más recomendable es dar el mayor anticipo posible.
Lo que se pide prestado se debe devolver. Si te comprometiste con alguien sea una persona natural o jurídica tu diste tu palabra. Su palabra, representa su buen nombre, su honor, su carácter, su buen testimonio. Jesús nos enseño que nuestro hablar debe ser “si” y “no” y que es mejor no hacer una promesa, que hacerla y no cumplirla.
Solo deberíamos pedir prestado bajo el principio del compromiso garantizado. ¿Qué nos enseña este principio? Dice que uno no debe hacer un compromiso económico a menos de tener la certeza absoluta de que lo puede pagar.
Cuando entras en una deuda, lo primero que debes preguntar es: ¿en un caso de emergencia como salgo de esta deuda?
No presumas del mañana.
Ahorra, se paciente, y pídele al Señor que te ayude a tomar decisiones económicas sabias.
15:2 Y esta es la manera de la remisión: perdonará a su deudor todo aquel que hizo empréstito de su mano, con el cual obligó a su prójimo; no lo demandará más a su prójimo, o a su hermano, porque es pregonada la remisión de Jehová.
15:3 Del extranjero demandarás el reintegro; pero lo que tu hermano tuviere tuyo, lo perdonará tu mano,
15:4 para que así no haya en medio de ti mendigo; porque Jehová te bendecirá con abundancia en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la tomes en posesión,
15:5 si escuchares fielmente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y cumplir todos estos mandamientos que yo te ordeno hoy.
15:6 Ya que Jehová tu Dios te habrá bendecido, como te ha dicho, prestarás entonces a muchas naciones, mas tú no tomarás prestado; tendrás dominio sobre muchas naciones, pero sobre ti no tendrán dominio.
15:7 Cuando haya en medio de ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre,
15:8 sino abrirás a él tu mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo que necesite.
15:9 Guárdate de tener en tu corazón pensamiento perverso, diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la remisión, y mires con malos ojos a tu hermano menesteroso para no darle; porque él podrá clamar contra ti a Jehová, y se te contará por pecado.
15:10 Sin falta le darás, y no serás de mezquino corazón cuando le des; porque por ello te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos, y en todo lo que emprendas.
15:11 Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra.