¿Has experimentando momentos angustiantes que no sabes que hacer? sabes, el Espíritu Santo se angustia cuando nosotros nos sentimos angustiados. Pero no es una angustia de la carne, meramente humana; él se angustia buscando la forma que tú te vuelvas a él y le pidas ayuda.
La persona del Espíritu Santo no solo nos consuela en nuestra angustia sino que también nos da la fuerza y el poder para vencer nuestras aflicciones. podemos pensar en un consolador como uno que consuela en tiempo de angustia. Para que haya consuelo debe haber angustia. El Espíritu Santo está esperando que tú corras a sus brazos para encontrar fortaleza y ayuda en tiempos de dificultad. El desea inundarte de paz y de gozo.
Romanos 8: 26 NTV: “Además, el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad. Por ejemplo, nosotros no sabemos qué quiere Dios que le pidamos en oración, pero el Espíritu Santo ora por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras.” El Espíritu Santo fue enviado para estar al lado de nosotros. Sin embargo, él no hace las cosas por nosotros, él es el perfecto ayudador. él nos hace la carga mas liviana, pero no nos quita la carga.
El Espíritu Santo no solo te consuela-anima-intercede-ayuda; sino que ademas, suplica, ruega, exhorta. v Juan 16: 8 NTV: “y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado… El pecado del mundo consiste en que el mundo se niega a creer en mí.”
Corre ya a tener un encuentro intimo con el Espíritu Santo.