Estudio Biblico
Hace unos meses me pedían un consejo para una pareja que se iba a casar. Y uno de los consejos que les daba era: “no permitan que las tensiones económicas afecten la armonía como pareja.” ¿Por qué les dije esto? Porque una de las áreas que más desata conflictos en las familias es el área del manejo dinero. Un estudio sobre el divorcio resultó que el 90% de las parejas que se divorcian apuntan al aspecto financiero.
Y el asunto aquí no es pasar por una crisis económica. El asunto que es detonante de conflictos es la manera como estamos gastando el dinero. Hablemos del contexto para lograr entender el pasaje: dice la Palabra que “una viuda de un miembro del grupo de profetas fue a ver a Eliseo.”
Grupo de profetas: los grupos de los profetas eran instituciones establecidas para la instrucción de profetas (algo así como escuelas para la formación de profetas.) en Betel, Gilgal y Jericó. A estos estudiantes se les llamaban “hijos de los profetas” porque se asociaban de cerca a Elías y Eliseo.
Algunos dicen que esta viuda posiblemente fue la viuda de un hombre llamado Abdías, el administrador de la casa del rey Acab. 1 Reyes 18: 3-4.
Abdías, escondió cien profetas en cuevas para mantenerlos vivos cuando la reina Jezabel dio órdenes de matar a todos los profetas de Dios. Es posible que él se haya endeudado grandemente para proveer alimento para todos ellos.
Éste hombre se metió y de paso metió en problemas financieros (deudas) a su familia sin tener la certeza absoluta de cómo iba a salir de ellos. La mayoría de veces nos sucede así: nos es tan fácil meternos en deudas innecesarias que después no tenemos la certeza de cómo podemos salir de ellas.
No hay nada más que afecte la salud emocional de una familia que las deudas. Las deudas te empobrecen, te enferman, te oprimen…
En ocasiones ni la misma familia sabe las deudas que tienen los miembros de la misma familia. Se dan cuenta es cuando llega el acreedor a la casa a cobrarles. ¿Será que ésta mujer sabia de las deudas de su esposo? Muy posiblemente no. Y esta noticia la toma inesperadamente. “se llevarán tus hijos” porque el que se endeuda desmedidamente lo perderá todo.
Esto para decirte que es sano que tu familia o por lo menos tú esposa esté al tanto de tus deudas. Lastimosamente como en el caso de esta historia, las malas decisiones financieras de los Padres muchas veces las pagan los hijos.
4:2 Y Eliseo le dijo: ¿Qué te haré yo? Declárame qué tienes en casa. Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una vasija de aceite.
4:3 El le dijo: Ve y pide para ti vasijas prestadas de todos tus vecinos, vasijas vacías, no pocas.
4:4 Entra luego, y enciérrate tú y tus hijos; y echa en todas las vasijas, y cuando una esté llena, ponla aparte.
4:5 Y se fue la mujer, y cerró la puerta encerrándose ella y sus hijos; y ellos le traían las vasijas, y ella echaba del aceite.
4:6 Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo suyo: Tráeme aún otras vasijas. Y él dijo: No hay más vasijas. Entonces cesó el aceite.
4:7 Vino ella luego, y lo contó al varón de Dios, el cual dijo: Ve y vende el aceite, y paga a tus acreedores; y tú y tus hijos vivid de lo que quede.