Estudio Biblico
CUÁNDO JESÚS TAMBIÉN TUVO HAMBRE
Por: Federico Suarez
La otra comida de Jesús
En este tiempo en que estamos en casa y a la vez desde allí hacemos la misión, algo importante que no se puede omitir es lo que pasa en y con la cocina. Este espacio sin lugar a dudas es el más central en nuestros hogares, allí todos los que moramos tenemos participación y al menos dos preguntas cotidianas: ¿Quién cocina y qué se va a cocinar? En esta época de cuarentena … ¿Quiénes cocinan y qué estamos comiendo en este tiempo?
Bueno, los invito a mirar qué comía Jesús, cuál era su menú preferido. Echando un vistazo a su cotidianidad parece que muy parecido a nosotros en esta cuarentena no se la pasaba tanto tiempo haciendo la misión en el templo o en la sinagoga, sino que lo hacia en el camino y desde casas. Y allí sí que sabía comer, hasta supo resignificar esa práctica que era tan importante para la gente de su tiempo.
Hay dos textos que nos hablan de como Jesús resignificó su comida en medio de dos circunstancias cotidianas: En la tentación y la misión.
“Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.4 El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios…” (Mt 4:1-4) ¿Qué es lo primero que te impacta de este texto?
Algo que me impresiona es la circunstancia en la que está Jesús cuando le llega la tentación. Jesús se encuentra en un estado de vulnerabilidad física, tiene hambre; solo los que la han padecido al menos una vez saben lo que es estar con hambre y en esta cuarentena hay muchos que saben esa realidad. Es interesante el dato que nos da el texto: Que Jesús tuvo hambre después de un ayuno al finalizar los cuarenta días y cuarenta noches.
Hoy 4 de mayo se cumplen los 40 días y cuarenta noches que empezaron el pasado 24 de marzo. Hoy, hay muchos que están saliendo a decir tengo hambre.
Lo otro que me llama la atención es cómo respondió Jesús ante la tentación. Jesús dice: “no solo…” Él es consciente que todos los seres humanos nos alimentamos del pan y que hace parte de lo básico para vivir. Pero me llama la atención cuando dice que hay otro alimento que agrupa ese mínimo vital: “Toda Palabra que salga de la boca de Dios” … ¿Qué pensamientos nos provoca ésto?
Jesús considera que el único alimento que necesita el hombre no es el que sale de la tierra, sino que hay otro que sale de la boca de Dios. Lo que sale de la tierra tiene los nutrientes que necesita el cuerpo humano, pero lo que sale de la boca de Dios, tiene los nutrientes integrales para el hombre, porque él lo creó.
Quizás como Jesús, en este momento de incertidumbre laboral tengamos hambre o quizás no, o de pronto solo miedo de llegar a tenerla. Cómo hemos visto, esa necesidad es importante, Jesús la validó, pero también identificó y valoró la necesidad de la Palabra que sale de la boca de Dios.
¿Recordamos quizás algún otro momento en el que Jesús habló de este otro alimento?
Me encontré con otro texto en el que Él está en otra situación diferente e la tentación:
“… Y salieron de la ciudad e iban a Él. 31 Mientras tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí[a], come.32 pero Él les dijo: (Jn 4:30-34) ¿Qué nos llama la atención?
Aquí, a diferencia del momento de la tentación, quién le dice que coma no es el diablo, sino sus discípulos, pues con ellos se encuentra en una situación de misión. En este contexto se puede ver que aunque no tiene hambre está cansado del camino, está conversando con una mujer, y los discípulos llegan de la ciudad tras haber ido a comprar comida.
Me llama la atención que Jesús se refiere a sus discípulos diciéndoles que tiene comida para comer: “Yo tengo para comer una comida que vosotros no sabéis”, y seguidamente les dice cuál es esa comida: “Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo su obra”.
Jesús no solamente ve la Palabra de Dios como comida, sino que ella tiene que ver con el hacer:
· “La voluntad del que lo envió.”
· “Y que acabe su obra. “
Aquí, Jesús ve esta comida no solamente como lo que sostiene la vida; ese mínimo vital, también la considera como agenda de vida. Esa Palabra, que es y define el quehacer de la vida y la misión.
Algo que también me parece interesante es que el alimento de los dos pasajes vienen de la misma fuente; tienen derecho de autor:
Ese alimento sale de la boca de Dios: “Tu eres mi hijo amado en quien tengo complacencia.” Esta palabra que sale de la boca de Dios, se le da a Jesús cuando empieza su misión. Lo que Jesús recibe de su Padre Dios, es afirmación en su identidad y de esa Palabra él se alimenta.
Qué cómo Jesús nos alimentemos de las Palabras de Dios en medio de cualquier situación.
3:17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.