Estudio Biblico
NAVIDAD COMO CAPITAL
Por: Federico Suarez
podemos saber que… los más importante no fueron los regalos que le trajeron al niño Jesús sino el niño Jesús como regalo de salvación para nosotros.
Sentado en una de las cómodas sillas de uno de los “centros comerciales que se reinventaron para competir con el comercio online[1]”, observo a las personas entrar y salir de las tiendas que ofertan distintos artículos, desde niños hasta personas adultas viven la experiencia de visitar el centro comercial y comprar.
Esta experiencia se ha convertido en el significado de la navidad, hoy uno de los días de diciembre parece que todos tienen en mente la obligación moral de tener que comprar ya sea porque hay que regalar, asegurar el estrene o sencillamente adquirir algo de todo lo que oferta el comercio. Es interesante que la prima no llego el primero de diciembre sino el quince, quizás para asegurar que esa platica no se gastara en servicios y mercado de fin de mes sino en las compras de sembrina.
Así, parece ser que hay una estrecha relación entre los vendedores y compradores, dicha relación esta mediada por el capital llamado navidad. Todos giran alrededor de ella; la navidad es el medio en el cual se encuentran los productores de las materias primas, fabricantes, distribuidores y en el último eslabón de la cadena comercial los compradores, bueno en caso de ser un obsequio los beneficiados de dichos regalos.
Sin lugar a dudas es el momento del año en que más se activa la economía; crece el empleo formal, aunque temporal y el informal también aumenta sus ganancias. A todo este bum lo hemos entendido como navidad, evento religioso que hemos convertido y reducido en capital económico.
La única palabra que me puede ayudar a entender este fenómeno es el termino secuestro. la practica económica a secuestrado la navidad rodándole su significado real. el símbolo de dicha festividad más allá del árbol o Papa Noel, o el niño Dios es el comercio como practica y centro del comercio u centro comercial como lugar preferencial.
Aún el niño Dios solo aparece como una promesa en el pesebre mientras todos confluyen alrededor de él motivados por unos dulces o adquirir un regalo. practica tierna de la niñez y hasta inocente que casi todos recordamos con nostalgia, pero seamos sinceros, es una iniciación al nuevo ritual económico como hemos entendido la navidad.
Pero no todo es económico, esta festividad tiene unas caras hermosas. aflora la importancia de la familia y la solidaridad florece; niños de orfanatos reciben regalos y compañía, sin embargo, el verdadero significado de la navidad no emerge, se diluye en forma de capital comercial; nos distribuimos entre vendedores y compradores donde oferta y demanda es la regla.
¿Como liberarnos de estas relaciones economicistas en que nos ha enredado este “nuevo” significado de la navidad? necesitamos volver a la fuente de dicha festividad para rescatar su sentido real. Solo volviendo a recordarlo superaremos este superfluo entendimiento comercial y el analfabetismo de su verdadero significado.
De esta manera podemos saber que no ocurrió en un centro comercial lleno de higiene sino en un establo lleno de vacas, que los más importante no fueron los regalos que le trajeron al niño Jesús sino el niño Jesús como regalo de salvación para nosotros. Que Jesús, fue el regalo que nos envió el papá que abandonamos en el Edén y que a través de él nos quiso volver a atraer a él.
Que el símbolo mayor de ese regalo llamado Jesús no es un árbol de navidad sino una cruz en la cual murió por nosotros, para darnos un segundo regalo: el perdón de nuestras culpas que el dinero no puede comprar ni nos puede dar, pero él si por su sangre derramada allí; Jesús es el regalo derramado por amor a ti y a mí, el camino a los brazos de nuestro Padre que hoy nos espera.
[1] https://www.semana.com/contenidos-editoriales/los-centros-comerciales-evolucionan/articulo/los-centros-comerciales-son-centros-de-experiencias-en-colombia/640271
14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.