Estudio Biblico
5:2 Para que guardes consejo, Y tus labios conserven la ciencia.
5:3 Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, Y su paladar es más blando que el aceite;
5:4 Mas su fin es amargo como el ajenjo, Agudo como espada de dos filos.
5:5 Sus pies descienden a la muerte; Sus pasos conducen al Seol.
5:6 Sus caminos son inestables; no los conocerás, Si no considerares el camino de vida.
5:7 Ahora pues, hijos, oídme, Y no os apartéis de las razones de mi boca.
5:8 Aleja de ella tu camino, Y no te acerques a la puerta de su casa;
5:9 Para que no des a los extraños tu honor, Y tus años al cruel;
5:10 No sea que extraños se sacien de tu fuerza, Y tus trabajos estén en casa del extraño;
5:11 Y gimas al final, Cuando se consuma tu carne y tu cuerpo,
5:12 Y digas: ¡Cómo aborrecí el consejo, Y mi corazón menospreció la reprensión;
5:13 No oí la voz de los que me instruían, Y a los que me enseñaban no incliné mi oído!
5:14 Casi en todo mal he estado, En medio de la sociedad y de la congregación.