Estudio Biblico
2:2 Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia,
2:3 Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz;
2:4 Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros,
2:5 Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios.
2:6 Porque Jehová da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.
3:1 Hijo mío, no te olvides de mi ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos;
3:2 Porque largura de días y años de vida Y paz te aumentarán.
3:3 Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Atalas a tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón;
3:4 Y hallarás gracia y buena opinión Ante los ojos de Dios y de los hombres.
3:5 Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.
3:6 Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.
3:7 No seas sabio en tu propia opinión;Teme a Jehová, y apártate del mal;
3:8 Porque será medicina a tu cuerpo, Y refrigerio para tus huesos.
3:9 Honra a Jehová con tus bienes,Y con las primicias de todos tus frutos;
3:10 Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto.
3:11 No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, Ni te fatigues de su corrección;
3:12 Porque Jehová al que ama castiga,Como el padre al hijo a quien quiere.
3:13 Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, Y que obtiene la inteligencia;
3:14 Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, Y sus frutos más que el oro fino.
3:15 Más preciosa es que las piedras preciosas; Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella.
3:16 Largura de días está en su mano derecha; En su izquierda, riquezas y honra.
3:17 Sus caminos son caminos deleitosos, Y todas sus veredas paz.
3:18 Ella es árbol de vida a los que de ella echan mano, Y bienaventurados son los que la retienen.
3:19 Jehová con sabiduría fundó la tierra; Afirmó los cielos con inteligencia.
3:20 Con su ciencia los abismos fueron divididos, Y destilan rocío los cielos.
3:21 Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; Guarda la ley y el consejo,
3:22 Y serán vida a tu alma, Y gracia a tu cuello.
3:23 Entonces andarás por tu camino confiadamente, Y tu pie no tropezará.
3:24 Cuando te acuestes, no tendrás temor, Sino que te acostarás, y tu sueño será grato.
3:25 No tendrás temor de pavor repentino, Ni de la ruina de los impíos cuando viniere,
3:26 Porque Jehová será tu confianza, Y él preservará tu pie de quedar preso.
3:27 No te niegues a hacer el bien a quien es debido, Cuando tuvieres poder para hacerlo.
3:28 No digas a tu prójimo: Anda, y vuelve, Y mañana te daré, Cuando tienes contigo qué darle.
3:29 No intentes mal contra tu prójimo Que habita confiado junto a ti.
3:30 No tengas pleito con nadie sin razón, Si no te han hecho agravio.
3:31 No envidies al hombre injusto, Ni escojas ninguno de sus caminos.
3:32 Porque Jehová abomina al perverso; Mas su comunión íntima es con los justos.
3:33 La maldición de Jehová está en la casa del impío, Pero bendecirá la morada de los justos.
3:34 Ciertamente él escarnecerá a los escarnecedores, Y a los humildes dará gracia.
3:35 Los sabios heredarán honra, Mas los necios llevarán ignominia.
4:1 Oíd, hijos, la enseñanza de un padre, Y estad atentos, para que conozcáis cordura.
4:2 Porque os doy buena enseñanza; No desamparéis mi ley.
4:3 Porque yo también fui hijo de mi padre, Delicado y único delante de mi madre.
4:4 Y él me enseñaba, y me decía: Retenga tu corazón mis razones, Guarda mis mandamientos, y vivirás.
4:5 Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; No te olvides ni te apartes de las razones de mi boca;
4:6 No la dejes, y ella te guardará; Amala, y te conservará.
4:7 Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.
4:8 Engrandécela, y ella te engrandecerá; Ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado.
4:9 Adorno de gracia dará a tu cabeza; Corona de hermosura te entregará.
4:10 Oye, hijo mío, y recibe mis razones, Y se te multiplicarán años de vida.
4:11 Por el camino de la sabiduría te he encaminado, Y por veredas derechas te he hecho andar.
4:12 Cuando anduvieres, no se estrecharán tus pasos, Y si corrieres, no tropezarás.
4:13 Retén el consejo, no lo dejes; Guárdalo, porque eso es tu vida.
4:14 No entres por la vereda de los impíos, Ni vayas por el camino de los malos.
4:15 Déjala, no pases por ella; Apártate de ella, pasa.
4:16 Porque no duermen ellos si no han hecho mal, Y pierden el sueño si no han hecho caer a alguno.
4:17 Porque comen pan de maldad, y beben vino de robos;
4:18 Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va en aumento hasta que el día es perfecto.
4:19 El camino de los impíos es como la oscuridad; No saben en qué tropiezan.
4:20 Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones.
4:21 No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón;
4:22 Porque son vida a los que las hallan, Y medicina a todo su cuerpo.
4:23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.
4:24 Aparta de ti la perversidad de la boca, Y aleja de ti la iniquidad de los labios.
4:25 Tus ojos miren lo recto, Y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante.
4:26 Examina la senda de tus pies,Y todos tus caminos sean rectos.
4:27 No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; Aparta tu pie del mal.
5:1 Hijo mío, está atento a mi sabiduría, Y a mi inteligencia inclina tu oído,
5:2 Para que guardes consejo, Y tus labios conserven la ciencia.
5:3 Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, Y su paladar es más blando que el aceite;
5:4 Mas su fin es amargo como el ajenjo, Agudo como espada de dos filos.
5:5 Sus pies descienden a la muerte; Sus pasos conducen al Seol.
5:6 Sus caminos son inestables; no los conocerás, Si no considerares el camino de vida.
5:7 Ahora pues, hijos, oídme, Y no os apartéis de las razones de mi boca.
5:8 Aleja de ella tu camino, Y no te acerques a la puerta de su casa;
5:9 Para que no des a los extraños tu honor, Y tus años al cruel;
5:10 No sea que extraños se sacien de tu fuerza, Y tus trabajos estén en casa del extraño;
5:11 Y gimas al final, Cuando se consuma tu carne y tu cuerpo,
5:12 Y digas: ¡Cómo aborrecí el consejo, Y mi corazón menospreció la reprensión;
5:13 No oí la voz de los que me instruían, Y a los que me enseñaban no incliné mi oído!
5:14 Casi en todo mal he estado, En medio de la sociedad y de la congregación.
5:15 Bebe el agua de tu misma cisterna, Y los raudales de tu propio pozo.
5:16 ¿Se derramarán tus fuentes por las calles, Y tus corrientes de aguas por las plazas?
5:17 Sean para ti solo, Y no para los extraños contigo.
5:18 Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud,
5:19 Como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, Y en su amor recréate siempre.
5:20 ¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la mujer ajena, Y abrazarás el seno de la extraña?
5:21 Porque los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová, Y él considera todas sus veredas.
5:22 Prenderán al impío sus propias iniquidades, Y retenido será con las cuerdas de su pecado.
5:23 El morirá por falta de corrección, Y errará por lo inmenso de su locura.
6:1 Hijo mío, si salieres fiador por tu amigo, Si has empeñado tu palabra a un extraño,
6:2 Te has enlazado con las palabras de tu boca, Y has quedado preso en los dichos de tus labios.
6:3 Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, Ya que has caído en la mano de tu prójimo; Ve, humíllate, y asegúrate de tu amigo.
6:4 No des sueño a tus ojos, Ni a tus párpados adormecimiento;
6:5 Escápate como gacela de la mano del cazador, Y como ave de la mano del que arma lazos.
6:6 Ve a la hormiga, oh perezoso, Mira sus caminos, y sé sabio;
6:7 La cual no teniendo capitán, Ni gobernador, ni señor,
6:8 Prepara en el verano su comida, Y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento.
6:9 Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño?
6:10 Un poco de sueño, un poco de dormitar,Y cruzar por un poco las manos para reposo;
6:11 Así vendrá tu necesidad como caminante, Y tu pobreza como hombre armado.
6:12 El hombre malo, el hombre depravado, Es el que anda en perversidad de boca;
6:13 Que guiña los ojos, que habla con los pies, Que hace señas con los dedos.
6:14 Perversidades hay en su corazón; anda pensando el mal en todo tiempo; Siembra las discordias.
6:15 Por tanto, su calamidad vendrá de repente; Súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio.
6:16 Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma:
6:17 Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente,
6:18 El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal,
6:19 El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos. Amonestación contra el adulterio
6:20 Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, Y no dejes la enseñanza de tu madre;
6:21 Atalos siempre en tu corazón, Enlázalos a tu cuello.
6:22 Te guiarán cuando andes; cuando duermas te guardarán; Hablarán contigo cuando despiertes.
6:23 Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz, Y camino de vida las reprensiones que te instruyen,
6:24 Para que te guarden de la mala mujer, De la blandura de la lengua de la mujer extraña.
6:25 No codicies su hermosura en tu corazón, Ni ella te prenda con sus ojos;
6:26 Porque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de pan; Y la mujer caza la preciosa alma del varón.
6:27 ¿Tomará el hombre fuego en su seno Sin que sus vestidos ardan?
6:28 ¿Andará el hombre sobre brasas Sin que sus pies se quemen?
6:29 Así es el que se llega a la mujer de su prójimo; No quedará impune ninguno que la tocare.
6:30 No tienen en poco al ladrón si hurta Para saciar su apetito cuando tiene hambre;
6:31 Pero si es sorprendido, pagará siete veces; Entregará todo el haber de su casa.
6:32 Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento; Corrompe su alma el que tal hace.
6:33 Heridas y vergüenza hallará, Y su afrenta nunca será borrada.
6:34 Porque los celos son el furor del hombre, Y no perdonará en el día de la venganza.
6:35 No aceptará ningún rescate, Ni querrá perdonar, aunque multipliques los dones.
7:1 Hijo mío, guarda mis razones, Y atesora contigo mis mandamientos.
7:2 Guarda mis mandamientos y vivirás, Y mi ley como las niñas de tus ojos.
7:3 Lígalos a tus dedos; Escríbelos en la tabla de tu corazón.
7:4 Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana, Y a la inteligencia llama parienta;
7:5 Para que te guarden de la mujer ajena, Y de la extraña que ablanda sus palabras.
7:6 Porque mirando yo por la ventana de mi casa, Por mi celosía,
7:7 Vi entre los simples, Consideré entre los jóvenes, A un joven falto de entendimiento,
7:8 El cual pasaba por la calle, junto a la esquina, E iba camino a la casa de ella,
7:9 A la tarde del día, cuando ya oscurecía,En la oscuridad y tinieblas de la noche.
7:10 Cuando he aquí, una mujer le sale al encuentro, Con atavío de ramera y astuta de corazón.
7:11 Alborotadora y rencillosa, Sus pies no pueden estar en casa;
7:12 Unas veces está en la calle, otras veces en las plazas, Acechando por todas las esquinas.
7:13 Se asió de él, y le besó. Con semblante descarado le dijo:
7:14 Sacrificios de paz había prometido, Hoy he pagado mis votos;
7:15 Por tanto, he salido a encontrarte, Buscando diligentemente tu rostro, y te he hallado.
7:16 He adornado mi cama con colchas Recamadas con cordoncillo de Egipto;
7:17 He perfumado mi cámara Con mirra, áloes y canela.
7:18 Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana; Alegrémonos en amores.
7:19 Porque el marido no está en casa; Se ha ido a un largo viaje.
7:20 La bolsa de dinero llevó en su mano; El día señalado volverá a su casa.
7:21 Lo rindió con la suavidad de sus muchas palabras, Le obligó con la zalamería de sus labios.
7:22 Al punto se marchó tras ella, Como va el buey al degolladero, Y como el necio a las prisiones para ser castigado;
7:23 Como el ave que se apresura a la red, Y no sabe que es contra su vida, Hasta que la saeta traspasa su corazón.
7:24 Ahora pues, hijos, oídme, Y estad atentos a las razones de mi boca.
7:25 No se aparte tu corazón a sus caminos; No yerres en sus veredas.
7:26 Porque a muchos ha hecho caer heridos, Y aun los más fuertes han sido muertos por ella.
7:27 Camino al Seol es su casa, Que conduce a las cámaras de la muerte.
8:1 ¿No clama la sabiduría, Y da su voz la inteligencia?
8:2 En las alturas junto al camino, A las encrucijadas de las veredas se para;
8:3 En el lugar de las puertas, a la entrada de la ciudad, A la entrada de las puertas da voces:
8:4 Oh hombres, a vosotros clamo; Dirijo mi voz a los hijos de los hombres.
8:5 Entended, oh simples, discreción; Y vosotros, necios, entrad en cordura.
8:6 Oíd, porque hablaré cosas excelentes, Y abriré mis labios para cosas rectas.
8:7 Porque mi boca hablará verdad, Y la impiedad abominan mis labios.
8:8 Justas son todas las razones de mi boca; No hay en ellas cosa perversa ni torcida.
8:9 Todas ellas son rectas al que entiende, Y razonables a los que han hallado sabiduría.
8:10 Recibid mi enseñanza, y no plata; Y ciencia antes que el oro escogido.
8:11 Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas; Y todo cuanto se puede desear, no es de compararse con ella.
8:12 Yo, la sabiduría, habito con la cordura, Y hallo la ciencia de los consejos.
8:13 El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco.
8:14 Conmigo está el consejo y el buen juicio; Yo soy la inteligencia; mío es el poder.
8:15 Por mí reinan los reyes, Y los príncipes determinan justicia.
8:16 Por mí dominan los príncipes, Y todos los gobernadores juzgan la tierra.
8:17 Yo amo a los que me aman, Y me hallan los que temprano me buscan.
8:18 Las riquezas y la honra están conmigo; Riquezas duraderas, y justicia.
8:19 Mejor es mi fruto que el oro, y que el oro refinado; Y mi rédito mejor que la plata escogida.
8:20 Por vereda de justicia guiaré, Por en medio de sendas de juicio,
8:21 Para hacer que los que me aman tengan su heredad, Y que yo llene sus tesoros.
8:22 Jehová me poseía en el principio, Ya de antiguo, antes de sus obras.
8:23 Eternamente tuve el principado, desde el principio, Antes de la tierra.
8:24 Antes de los abismos fui engendrada; Antes que fuesen las fuentes de las muchas aguas.
8:25 Antes que los montes fuesen formados, Antes de los collados, ya había sido yo engendrada;
8:26 No había aún hecho la tierra, ni los campos, Ni el principio del polvo del mundo.
8:27 Cuando formaba los cielos, allí estaba yo; Cuando trazaba el círculo sobre la faz del abismo;
8:28 Cuando afirmaba los cielos arriba, Cuando afirmaba las fuentes del abismo;
8:29 Cuando ponía al mar su estatuto, Para que las aguas no traspasasen su mandamiento; Cuando establecía los fundamentos de la tierra,
8:30 Con él estaba yo ordenándolo todo, Y era su delicia de día en día, Teniendo solaz delante de él en todo tiempo.
8:31 Me regocijo en la parte habitable de su tierra; Y mis delicias son con los hijos de los hombres.
8:32 Ahora, pues, hijos, oídme, Y bienaventurados los que guardan mis caminos.
8:33 Atended el consejo, y sed sabios, Y no lo menospreciéis.
8:34 Bienaventurado el hombre que me escucha, Velando a mis puertas cada día, Aguardando a los postes de mis puertas.
8:35 Porque el que me halle, hallará la vida, Y alcanzará el favor de Jehová.
8:36 Mas el que peca contra mí, defrauda su alma; Todos los que me aborrecen aman la muerte.
9:1 La sabiduría edificó su casa, Labró sus siete columnas.
9:2 Mató sus víctimas, mezcló su vino, Y puso su mesa.
9:3 Envió sus criadas; Sobre lo más alto de la ciudad clamó.
9:4 Dice a cualquier simple: Ven acá. A los faltos de cordura dice:
9:5 Venid, comed mi pan, Y bebed del vino que yo he mezclado.
9:6 Dejad las simplezas, y vivid, Y andad por el camino de la inteligencia.
9:7 El que corrige al escarnecedor, se acarrea afrenta; El que reprende al impío, se atrae mancha.
9:8 No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; Corrige al sabio, y te amará.
9:9 Da al sabio, y será más sabio; Enseña al justo, y aumentará su saber.
9:10 El temor de Jehová es el principio de la sabiduría,Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.
9:11 Porque por mí se aumentarán tus días, Y años de vida se te añadirán.
9:12 Si fueres sabio, para ti lo serás; Y si fueres escarnecedor, pagarás tú solo.
9:13 La mujer insensata es alborotadora; Es simple e ignorante.
9:14 Se sienta en una silla a la puerta de su casa, En los lugares altos de la ciudad,
9:15 Para llamar a los que pasan por el camino, Que van por sus caminos derechos.
9:16 Dice a cualquier simple: Ven acá. A los faltos de cordura dijo:
9:17 Las aguas hurtadas son dulces, Y el pan comido en oculto es sabroso.
9:18 Y no saben que allí están los muertos; Que sus convidados están en lo profundo del Seol.
10:1 Los proverbios de Salomón. El hijo sabio alegra al padre, Pero el hijo necio es tristeza de su madre.
10:2 Los tesoros de maldad no serán de provecho; Mas la justicia libra de muerte.
10:3 Jehová no dejará padecer hambre al justo; Mas la iniquidad lanzará a los impíos.
10:4 La mano negligente empobrece; Mas la mano de los diligentes enriquece.
10:5 El que recoge en el verano es hombre entendido; El que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza.
10:6 Hay bendiciones sobre la cabeza del justo; Pero violencia cubrirá la boca de los impíos.
10:7 La memoria del justo será bendita; Mas el nombre de los impíos se pudrirá.
10:8 El sabio de corazón recibirá los mandamientos; Mas el necio de labios caerá.
10:9 El que camina en integridad anda confiado; Mas el que pervierte sus caminos será quebrantado.
10:10 El que guiña el ojo acarrea tristeza; Y el necio de labios será castigado.
10:11 Manantial de vida es la boca del justo; Pero violencia cubrirá la boca de los impíos.
10:12 El odio despierta rencillas; Pero el amor cubrirá todas las faltas.
10:13 En los labios del prudente se halla sabiduría; Mas la vara es para las espaldas del falto de cordura.
10:14 Los sabios guardan la sabiduría; Mas la boca del necio es calamidad cercana.
10:15 Las riquezas del rico son su ciudad fortificada; Y el desmayo de los pobres es su pobreza.
10:16 La obra del justo es para vida; Mas el fruto del impío es para pecado.
10:17 Camino a la vida es guardar la instrucción; Pero quien desecha la reprensión, yerra.
10:18 El que encubre el odio es de labios mentirosos; Y el que propaga calumnia es necio.
10:19 En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente.
10:20 Plata escogida es la lengua del justo; Mas el corazón de los impíos es como nada.
10:21 Los labios del justo apacientan a muchos, Mas los necios mueren por falta de entendimiento.
10:22 La bendición de Jehová es la que enriquece, Y no añade tristeza con ella.
10:23 El hacer maldad es como una diversión al insensato; Mas la sabiduría recrea al hombre de entendimiento.
10:24 Lo que el impío teme, eso le vendrá; Pero a los justos les será dado lo que desean.
10:25 Como pasa el torbellino, así el malo no permanece; Mas el justo permanece para siempre.
10:26 Como el vinagre a los dientes, y como el humo a los ojos, Así es el perezoso a los que lo envían.
10:27 El temor de Jehová aumentará los días; Mas los años de los impíos serán acortados.
10:28 La esperanza de los justos es alegría; Mas la esperanza de los impíos perecerá.
10:29 El camino de Jehová es fortaleza al perfecto; Pero es destrucción a los que hacen maldad.
10:30 El justo no será removido jamás; Pero los impíos no habitarán la tierra.
10:31 La boca del justo producirá sabiduría; Mas la lengua perversa será cortada.
10:32 Los labios del justo saben hablar lo que agrada; Mas la boca de los impíos habla perversidades.
11:1 El peso falso es abominación a Jehová; Mas la pesa cabal le agrada.
11:2 Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; Mas con los humildes está la sabiduría.
11:3 La integridad de los rectos los encaminará; Pero destruirá a los pecadores la perversidad de ellos.
11:4 No aprovecharán las riquezas en el día de la ira; Mas la justicia librará de muerte.
11:5 La justicia del perfecto enderezará su camino; Mas el impío por su impiedad caerá.
11:6 La justicia de los rectos los librará; Mas los pecadores serán atrapados en su pecado.
11:7 Cuando muere el hombre impío, perece su esperanza; Y la expectación de los malos perecerá.
11:8 El justo es librado de la tribulación; Mas el impío entra en lugar suyo.
11:9 El hipócrita con la boca daña a su prójimo; Mas los justos son librados con la sabiduría.
11:10 En el bien de los justos la ciudad se alegra; Mas cuando los impíos perecen hay fiesta.
11:11 Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida; Mas por la boca de los impíos será trastornada.
11:12 El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo; Mas el hombre prudente calla.
11:13 El que anda en chismes descubre el secreto; Mas el de espíritu fiel lo guarda todo.
11:14 Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; Mas en la multitud de consejeros hay seguridad.
11:15 Con ansiedad será afligido el que sale por fiador de un extraño; Mas el que aborreciere las fianzas vivirá seguro.
11:16 La mujer agraciada tendrá honra, Y los fuertes tendrán riquezas.
11:17 A su alma hace bien el hombre misericordioso; Mas el cruel se atormenta a sí mismo.
11:18 El impío hace obra falsa; Mas el que siembra justicia tendrá galardón firme.
11:19 Como la justicia conduce a la vida, Así el que sigue el mal lo hace para su muerte.
11:20 Abominación son a Jehová los perversos de corazón;Mas los perfectos de camino le son agradables.
11:21 Tarde o temprano, el malo será castigado; Mas la descendencia de los justos será librada.
11:22 Como zarcillo de oro en el hocico de un cerdo Es la mujer hermosa y apartada de razón.
11:23 El deseo de los justos es solamente el bien; Mas la esperanza de los impíos es el enojo.
11:24 Hay quienes reparten, y les es añadido más; Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza.
11:25 El alma generosa será prosperada; Y el que saciare, él también será saciado.
11:26 Al que acapara el grano, el pueblo lo maldecirá; Pero bendición será sobre la cabeza del que lo vende.
11:27 El que procura el bien buscará favor; Mas al que busca el mal, éste le vendrá.
11:28 El que confía en sus riquezas caerá; Mas los justos reverdecerán como ramas.
11:29 El que turba su casa heredará viento;Y el necio será siervo del sabio de corazón.
11:30 El fruto del justo es árbol de vida; Y el que gana almas es sabio.
12:1 El que ama la instrucción ama la sabiduría; Mas el que aborrece la reprensión es ignorante.
12:2 El bueno alcanzará favor de Jehová; Mas él condenará al hombre de malos pensamientos.
12:3 El hombre no se afirmará por medio de la impiedad; Mas la raíz de los justos no será removida.
12:4 La mujer virtuosa es corona de su marido; Mas la mala, como carcoma en sus huesos.
12:5 Los pensamientos de los justos son rectitud; Mas los consejos de los impíos, engaño.
12:6 Las palabras de los impíos son asechanzas para derramar sangre; Mas la boca de los rectos los librará.
12:7 Dios trastornará a los impíos, y no serán más; Pero la casa de los justos permanecerá firme.
12:8 Según su sabiduría es alabado el hombre; Mas el perverso de corazón será menospreciado.
12:9 Más vale el despreciado que tiene servidores, Que el que se jacta, y carece de pan.
12:10 El justo cuida de la vida de su bestia; Mas el corazón de los impíos es cruel.
12:11 El que labra su tierra se saciará de pan; Mas el que sigue a los vagabundos es falto de entendimiento.
12:12 Codicia el impío la red de los malvados; Mas la raíz de los justos dará fruto.
12:13 El impío es enredado en la prevaricación de sus labios; Mas el justo saldrá de la tribulación.
12:14 El hombre será saciado de bien del fruto de su boca; Y le será pagado según la obra de sus manos.
12:15 El camino del necio es derecho en su opinión; Mas el que obedece al consejo es sabio.
12:16 El necio al punto da a conocer su ira; Mas el que no hace caso de la injuria es prudente.
12:17 El que habla verdad declara justicia; Mas el testigo mentiroso, engaño.
12:18 Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; Mas la lengua de los sabios es medicina.
12:19 El labio veraz permanecerá para siempre; Mas la lengua mentirosa sólo por un momento.
12:20 Engaño hay en el corazón de los que piensan el mal; Pero alegría en el de los que piensan el bien.
12:21 Ninguna adversidad acontecerá al justo; Mas los impíos serán colmados de males.
12:22 Los labios mentirosos son abominación a Jehová; Pero los que hacen verdad son su contentamiento.
12:23 El hombre cuerdo encubre su saber; Mas el corazón de los necios publica la necedad.
12:24 La mano de los diligentes señoreará; Mas la negligencia será tributaria.
12:25 La congoja en el corazón del hombre lo abate; Mas la buena palabra lo alegra.
12:26 El justo sirve de guía a su prójimo; Mas el camino de los impíos les hace errar.
12:27 El indolente ni aun asará lo que ha cazado; Pero haber precioso del hombre es la diligencia.
12:28 En el camino de la justicia está la vida; Y en sus caminos no hay muerte.
13:1 El hijo sabio recibe el consejo del padre; Mas el burlador no escucha las reprensiones.
13:2 Del fruto de su boca el hombre comerá el bien; Mas el alma de los prevaricadores hallará el mal.
13:3 El que guarda su boca guarda su alma; Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.