Comentario de Matthew Henry | Salmos 69:1-12 | 0 | 1078
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Comentario Salmo 69: 1-12 David se queja de gran angustia. - Salmos 69:1-12

Estudio Biblico

Vv. 1—12. Debemos pensar frecuentemente en la persona del Sufriente del cual se habla aquí y preguntar por qué y qué sufrió, para que meditando en ello seamos más humillados por el pecado, y más convencidos de nuestro peligro para que sintamos más gratitud y amor, que nos lleve a vivir para gloria de Aquel que murió por nuestra salvación. De aquí que aprendemos que cuando estamos afligidos tenemos que encomendar el cuidado de nuestra alma a Dios, para que no seamos amargados por el descontento, ni nos hundamos en la desesperación. —David fue odiado malamente, pero las palabras se aplican con más propiedad a Cristo. En un mundo donde tanto reina la injusticia, no debemos asombrarnos si nos encontramos con la maldad de nuestros enemigos. Cuidémonos de nunca hacer mal; entonces, si recibimos mal, podemos tolerarlo mejor.
 Por la satisfacción que hizo Cristo con su sangre, ante Dios, por nuestro pecado, restauró aquello que nos quitó, pagó nuestra deuda, sufrió por nuestras ofensas. Aunque podamos alegar que no somos culpables, respecto de las acusaciones injustas de los hombres, sin embargo, ante Dios debemos reconocernos merecedores de todo lo que nos acarrea. Todos nuestros pecados surgen de nuestra necedad. Todos son hechos ante los ojos de Dios. —David se queja de la hostilidad de los amigos y parientes. Esto se cumplió en Cristo, cuyos hermanos no creyeron en Él, y fue abandonado por sus discípulos. —Cristo hizo satisfacción por nosotros, no sólo despojándose de los honores debidos a Dios, sino sometiéndose a las deshonras más grandes que se puedan hacer a un hombre. No tenemos que desanimarnos si nuestro celo por las verdades, preceptos y por la adoración de Dios provoca a algunos, y hace que otros se burlen de nuestra tristeza santa y de que estemos muertos para el mundo.

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PASAJE BIBLICO

Salmos 69
69:1 Sálvame, oh Dios,Porque las aguas han entrado hasta el alma.

69:2 Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo hacer pie;He venido a abismos de aguas, y la corriente me ha anegado.

69:3 Cansado estoy de llamar; mi garganta se ha enronquecido;Han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios.

69:4 Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza los que me aborrecen sin causa;Se han hecho poderosos mis enemigos, los que me destruyen sin tener por qué.¿Y he de pagar lo que no robé?

69:5 Dios, tú conoces mi insensatez,Y mis pecados no te son ocultos.

69:6 No sean avergonzados por causa mía los que en ti confían, oh Señor Jehová de los ejércitos;No sean confundidos por mí los que te buscan, oh Dios de Israel.

69:7 Porque por amor de ti he sufrido afrenta;Confusión ha cubierto mi rostro.

69:8 Extraño he sido para mis hermanos,Y desconocido para los hijos de mi madre.

69:9 Porque me consumió el celo de tu casa;Y los denuestos de los que te vituperaban cayeron sobre mí.

69:10 Lloré afligiendo con ayuno mi alma,Y esto me ha sido por afrenta.

69:11 Puse además cilicio por mi vestido,Y vine a serles por proverbio.

69:12 Hablaban contra mí los que se sentaban a la puerta,Y me zaherían en sus canciones los bebedores.

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