Al analizar la naturaleza de los celos y la envidia, usted quizás se haya dado cuenta de que lucha con este problema. Tal vez le tiene envidia a un amigo, un vecino, o un compañero de trabajo, de una manera que nunca lo había pensando conscientemente. Si es así, sepa que este es un serio problema que debe ser eliminado de su vida.
Al darnos cuenta de la manera como la envidia y los celos dañan diversos aspectos de la vida, podemos aprender a saber cuándo tenemos un problema. Examine las siguientes consecuencias de la envidia y los celos.
Temor – tiene miedo de no obtener lo que quiere, o de perder lo que tiene.
Competitividad – se empeña agresivamente en superar a los demás.
Un espíritu de crítica – desvalorizar el éxito de otros se convierte en una meta.
Comparación – mide sus propios éxitos con los logros de otros.
Una mente dividida – el éxito de alguien se convierte en un motivo de preocupación.
Enojo – la hostilidad es un fruto natural de los celos y el resentimiento.
Inseguridad – siente que nunca tiene suficiente, porque le da más valor a lo que alguien más tiene.
Falta de paz – la envidia y la paz están enfrentadas entre sí; usted simplemente no puede tener ambas.
Enfermedad – la turbación emocional puede afectar la salud física.
Recuerde que la envidia y los celos son armas que mutilan y destruyen a cualquiera que se topa con ellas. Pero reconocer sus consecuencias destructivas podrá ayudarle a comenzar a identificar este problema en su vida. Luego, con la ayuda del Señor, podrá comenzar el camino hacia la sanidad y la restauración.