Comentario de Matthew Henry | Josue 14:1-15 | 0 | 3284
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Comentario Josué 14:1-15. Las nueve tribus y media reciben su heredad.- Caleb obtiene Hebrón. - Josue 14:1-15

Estudio Biblico

Vv. 1—5. Los israelitas deben ocupar las nuevas conquistas. Canaán habría sido sometida en vano si
no hubiera sido habitada. Pero no todo hombre puede ir e instalarse donde le plazca. Dios elige
nuestra herencia por nosotros. —Revisemos nuestra herencia de misericordia actual, nuestra
perspectiva de la tierra prometida, eterna en los cielos. ¿Dios hace acepción de personas? ¿No es
mejor que nuestro lugar, en cuanto a bien o tristeza terrenal, sea determinado por la infinita sabiduría
de nuestro Padre celestial y no por nuestra propia ignorancia? ¿No debieran aquellos para quienes
fue revelado el gran misterio de la piedad, aquellos cuya redención fue comprada por Jesucristo, con
gratitud atribuir sus intereses terrenales a su designación?

Vv. 6—15. El pedido de Caleb es, “dame este monte” o Hebrón, porque estaba anteriormente en
la promesa de Dios para él, y haría saber a Israel cuánto valoraba la promesa. Los que viven por fe
valoran lo dado por promesa de Dios mucho más que lo dado solamente por su providencia. Ahora
eso era posesión de los anaceos y Caleb dejaría que Israel supiera cuán poco temía al enemigo, y que
los animaría a seguir adelante con sus conquistas. Caleb respondía a su nombre, que significa “todo
corazón”. Hebrón fue dada a Caleb y a sus herederos, porque él siguió completamente al Señor Dios
de Israel. Felices somos si lo seguimos. La piedad extraordinaria será coronada con favor
extraordinario.

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PASAJE BIBLICO

Josue 14
14:1 Esto, pues, es lo que los hijos de Israel tomaron por heredad en la tierra de Canaán, lo cual les repartieron el sacerdote Eleazar, Josué hijo de Nun, y los cabezas de los padres de las tribus de los hijos de Israel.

14:2 Por suerte se les dio su heredad, como Jehová había mandado a Moisés que se diera a las nueve tribus y a la media tribu.

14:3 Porque a las dos tribus y a la media tribu les había dado Moisés heredad al otro lado del Jordán; mas a los levitas no les dio heredad entre ellos.

14:4 Porque los hijos de José fueron dos tribus, Manasés y Efraín; y no dieron parte a los levitas en la tierra sino ciudades en que morasen, con los ejidos de ellas para sus ganados y rebaños.

14:5 De la manera que Jehová lo había mandado a Moisés, así lo hicieron los hijos de Israel en el repartimiento de la tierra.

14:6 Y los hijos de Judá vinieron a Josué en Gilgal; y Caleb, hijo de Jefone cenezeo, le dijo: Tú sabes lo que Jehová dijo a Moisés, varón de Dios, en Cades-barnea, tocante a mí y a ti.

14:7 Yo era de edad de cuarenta años cuando Moisés siervo de Jehová me envió de Cades-barnea a reconocer la tierra; y yo le traje noticias como lo sentía en mi corazón.

14:8 Y mis hermanos, los que habían subido conmigo, hicieron desfallecer el corazón del pueblo; pero yo cumplí siguiendo a Jehová mi Dios.

14:9 Entonces Moisés juró diciendo: Ciertamente la tierra que holló tu pie será para ti, y para tus hijos en herencia perpetua, por cuanto cumpliste siguiendo a Jehová mi Dios.

14:10 Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir, como él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba por el desierto; y ahora, he aquí, hoy soy de edad de ochenta y cinco años.

14:11 Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar.

14:12 Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí, y que hay ciudades grandes y fortificadas. Quizá Jehová estará conmigo, y los echaré, como Jehová ha dicho.

14:13 Josué entonces le bendijo, y dio a Caleb hijo de Jefone a Hebrón por heredad.

14:14 Por tanto, Hebrón vino a ser heredad de Caleb hijo de Jefone cenezeo, hasta hoy, por cuanto había seguido cumplidamente a Jehová Dios de Israel.

14:15 Mas el nombre de Hebrón fue antes Quiriat-arba; porque Arba fue un hombre grande entre los anaceos. Y la tierra descansó de la guerra.

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