1 Juan 2:9–11El odio es una palabra extremadamente fuerte y dura. Cualquier discusión entre los creyentes acerca de odiar a otros cristianos llevaría a la mayoría de ellos a decir: "No creo haber odiado a nadie". Sin embargo, si pensamos en estas palabras de Juan, tal vez él no se refirió al odio como lo pensamos: sentir una gran hostilidad o animosidad hacia alguien. Quizás nuestra forma de odio hoy en día se parece más a la indiferencia. Realmente no nos desagrada la gente, pero no nos importa... Ver Mas
Si usted hiciera una lista de las cosas que más quiere en la vida, ¿sería un espíritu de discernimiento una de ellas? El Señor da un gran valor a este atributo, y quiere que todos lo tengamos. Si no lo tenemos, tomaremos decisiones equivocadas. El discernimiento es la capacidad de darse cuenta de lo que no es obvio o evidente. Por ejemplo, ¿puede usted señalar la diferencia entre legalismo y libertad? Dios nos llama a vivir de acuerdo con nuestras convicciones personales, pero no todas ellas son... Ver Mas
Vv. 1—9. Quienes buscan fervorosamente la sabiduría celestial nunca se quejarán de haber perdido su esfuerzo; la libertad del don no elimina la necesidad de nuestra diligencia, Juan vi, 27. —Buscad y hallaréis; pedid y se os dará. Obsérvese a los que así son favorecidos. Ellos son los justos, en quienes es renovada la imagen de Dios que consiste en justicia. Si dependemos de Dios y vamos en pos de la sabiduría, Él nos capacitará para guardar las sendas del juicio. Ver Mas
En algún momento, todos nos hemos sentido confundidos, indecisos o desorientados. Podemos vivir victoriosa y confiadamente solo cuando tenemos la capacidad de ver la vida desde la perspectiva de Dios. Necesitamos su ayuda para poder distinguir entre el bien y el mal, lo bueno y lo mejor, y la verdad y la mentira.Cada día tomamos decisiones, algunas triviales y otras importantes. El Señor no quiere que nos formemos juicios basándonos en simples apariencias o en el limitado razonamiento humano. Di... Ver Mas
1 Juan 1.5-2.2El sacrificio de Cristo en la cruz pagó todos nuestros pecados, pero los creyentes siguen siendo susceptibles a la tentación y la desobediencia. Por eso es importante que entendamos qué hacer cuando cedemos a nuestros deseos pecaminosos. Dios nos ha dado una manera de seguir creciendo en santidad. Para ello, debemos...VER EL PECADO COMO EL SEÑOR LO VE. Nuestro Dios es absolutamente puro. Para Él, todo pecado es una ofensa que viola su ley, entristece al Espíritu Santo y menosprecia... Ver Mas
1 Juan 2.1-17¿Busca usted conocer y entender al Señor? Aunque Él supera la comprensión humana en muchos sentidos, Dios ha revelado mucho de sí mismo en su Palabra. A medida que lo busquemos por medio de la Biblia, creceremos en nuestra comprensión de su naturaleza. Sin embargo, esta no es una búsqueda académica, pues conocer a Dios impacta todos los ámbitos de la vida.Por un lado, el conocimiento de Dios influencia nuestras oraciones. En lugar de pedir lo que queramos, pedimos de acuerdo con su ... Ver Mas
EL SECRETO QUEHACER DE LA LUZ 1 Juan 1:5/ 2: 7-11 Por: Angélica Delgadillo¿Qué tenemos que decir los cristianos acerca de los secretos? Muchas veces al decir la palabra “secreto” nuestra mente activa un botón de seguridad sobre algo “oculto” y otras veces, se acciona más bien nuestra curiosidad ante un posible descubrimiento y expectantes nos detenemos ante la novedad. Estas dos caras del “secreto” están presentes en este sencillo pasaje de 1 Juan, uno de los libros más ... Ver Mas
Pero, si alguno peca, tenemos ante el Padre a un intercesor, a Jesucristo, el Justo. Él es el sacrificio por el perdón de nuestros pecados, y no solo por los nuestros, sino por los de todo el mundo. —1 Juan 2:1-2Hubo un momento en mi vida en el que si me preguntabas: “¿Qué fue lo último que hiciste mal?” Podría haber detallado la hora exacta en que lo había hecho y cuánto tiempo lo había estado pagando por sentirme culpable. Me preocupaba cada pequeño error que cometía y trataba desesperadamente... Ver Mas
PASAJE BIBLICO
1 Juan 2
2:1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.
2:2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
2:3 Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.
2:4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;
2:5 pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.
2:6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
2:7 Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio.
2:8 Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra.
2:9 El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas.
2:10 El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo.
2:11 Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.