Si usted hiciera una lista de las cosas que más quiere en la vida, ¿sería un espíritu de discernimiento una de ellas? El Señor da un gran valor a este atributo, y quiere que todos lo tengamos. Si no lo tenemos, tomaremos decisiones equivocadas. El discernimiento es la capacidad de darse cuenta de lo que no es obvio o evidente. Por ejemplo, ¿puede usted señalar la diferencia entre legalismo y libertad? Dios nos llama a vivir de acuerdo con nuestras convicciones personales, pero no todas ellas son... Ver Mas
Vv. 1—9. Quienes buscan fervorosamente la sabiduría celestial nunca se quejarán de haber perdido su esfuerzo; la libertad del don no elimina la necesidad de nuestra diligencia, Juan vi, 27. —Buscad y hallaréis; pedid y se os dará. Obsérvese a los que así son favorecidos. Ellos son los justos, en quienes es renovada la imagen de Dios que consiste en justicia. Si dependemos de Dios y vamos en pos de la sabiduría, Él nos capacitará para guardar las sendas del juicio. Ver Mas
En algún momento, todos nos hemos sentido confundidos, indecisos o desorientados. Podemos vivir victoriosa y confiadamente solo cuando tenemos la capacidad de ver la vida desde la perspectiva de Dios. Necesitamos su ayuda para poder distinguir entre el bien y el mal, lo bueno y lo mejor, y la verdad y la mentira.Cada día tomamos decisiones, algunas triviales y otras importantes. El Señor no quiere que nos formemos juicios basándonos en simples apariencias o en el limitado razonamiento humano. Di... Ver Mas
Hoy nos encontramos con Epafras, un hombre que tenía un corazón que amaba a la iglesia local. Probablemente se convirtió a Cristo bajo la enseñanza de Pablo cuando el evangelio se extendía rápidamente por Asia Menor. Epafras evangelizó su ciudad natal de Colosas y fundó allí una iglesia; y posiblemente también iglesias en Hierápolis y Laodicea.Aunque se dice muy poco sobre Epafras en el Nuevo Testamento, la carta a los Colosenses pone de relieve su gran amor y su profunda preocupación por la igl... Ver Mas
PASAJE BIBLICO
Colosenses 1
1:1 Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo,
1:2 a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
1:3 Siempre orando por vosotros, damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo,
1:4 habiendo oído de vuestra fe en Cristo Jesús, y del amor que tenéis a todos los santos,
1:5 a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del evangelio,
1:6 que ha llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo, y lleva fruto y crece también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad,
1:7 como lo habéis aprendido de Epafras, nuestro consiervo amado, que es un fiel ministro de Cristo para vosotros,
1:8 quien también nos ha declarado vuestro amor en el Espíritu.