Estudio Biblico
Todo el mundo conoce la tragedia de familias desintegradas, y de la discordia doméstica resultante. La conducta inmoral y rebelde de algunos adolescentes, e incluso de algunos padres, es deplorable. Sin embargo, debemos recordar que para muchos de ellos la falta del afecto normal que debe caracterizar a todos los hogares fue un factor que los marcó profundamente. Por desgracia, son muchos los hogares que carecen de un padre que sepa cómo expresar amor y apoyo.
Lo vemos en la Biblia con padres como David, que parecían no tener plena conciencia de cómo fomentar fuertes relaciones emocionales con sus hijos. Esta capacidad es vital si queremos mantener conectadas y saludables a nuestras familias. Y es aun más importante, ya que tenemos el deber de mostrar el carácter de Dios a nuestros hijos. Si papá es percibido como un padre que humilla, o es pasivo y distante, ¿es extraño que los hijos no quieran tener nada que ver con el Padre celestial?
Es posible que los padres no se sientan preparados de manera natural para solucionar este problema, pero pueden comenzar con palabras sencillas de aprecio, tales como: “Te quiero” o “Has hecho un buen trabajo”. A veces, el amor se expresa sólo pasando tiempo con nuestros hijos, y haciendo cosas con ellos o para ellos. Y no olvide el afecto físico. En algunos casos, un abrazo o un brazo alrededor del hombro abrirán el corazón de un hijo con más rapidez que cualquier otra cosa. Descubra lo que funcione mejor para cada uno de sus hijos, y demuéstreles que les ama —eso podría ser crucial para sus vidas.
4:7 Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos?