JESÚS: ESPERANZA EN MEDIO DEL ESCEPTICISMO Y LA RELIGIÓN - Lucas 3:23-38

JESÚS: ESPERANZA EN MEDIO DEL ESCEPTICISMO Y LA RELIGIÓN

Hoy en pleno siglo XXI la gente manifiesta tener muchas creencias, lo cual muestra una sed por creer, sin embargo de manera paralela a este deseo también crece una apatía por cualquier tipo de expresión de espiritualidad.

Así por ejemplo aunque en Colombia, un país de tradición cristiana, mucha gente se muestra abierta a diferentes tipos de experiencias espirituales entre las cuales Jesús sigue siendo para ellos el hijo de Dios, de manera paralela ha venido creciendo un escepticismo hacia él a tal punto de llegar a creer que Jesús no fue Dios o que nunca existió.

¿Cómo podremos comunicar la esperanza que hay en Jesús como hijo de Dios en medio de nuestra época en la que la gente la busca en el escepticismo o en cualquier espiritualidad?

El historiador y evangelista Lucas, así como mateo nos dan la propuesta desde los evangelios que escribieron.

Lucas en el prólogo del evangelio nos dice que quería que sus lectores se cercioraran de que lo que habían creído era verdad, teniendo como propósito comunicarles que Jesús además de haber nacido de manera humana también era Dios.

Para ello nos dice, que empezó una investigación a fondo en la cual pudo revisar los textos del antiguo testamento y hablar con las personas que vieron a Jesús, en dicha investigación llego a escribir la genealogía del Señor.

En la genealogía, que para los judíos servía de árbol genealógico y así ellos podían saber sus antepasados, Lucas pudo comprobarles a sus lectores que Jesús era descendiente de Adán y por lo tanto hijo de Dios.

Sus lectores eran griegos, a ellos les enseño a través de la genealogía que Jesús era Dios encarnado, nacido de seres humanos,  pero no como cualquier humano sino que  lo muestra con las características del arquetipo (modelo, tipo ideal) de ser humano que todos por medio de él podemos alcanzar.

El evangelista Mateo también escribió  una genealogía, sus destinatarios fueron los  judíos, y su deseo era que ellos desde su religiosidad pudieran comprender que Jesús era el Mesías prometido, en quien podrían tener esperanza de perdón y salvación.

Él les comprobó que Jesús venia de la cimiente de Abraham y por lo tanto era el enviado de Dios en quien se cumplía la promesa hecha al patriarca de que en él serian benditas todas las familias de la tierra.

Los evangelistas como nosotros tenían dos tipos de personas a las cuales corroborarles la esperanza que hay en Jesús: Los griegos basados un poco más en la razón y los judíos un poco más en la religión. Como ellos nosotros también podemos hablarles a nuestros compatriotas desde las evidencias históricas.

A los que se han ampliado a buscar su esperanza para su vida terrenal y eterna en otras propuestas además de Jesús, podemos decirles que Jesucristo es el único descendiente de Abraham en quien Dios ha dispuesto traer bendición a cada familia de la tierra y por lo tanto a las de nuestra patria.

A los que se han lanzado a buscar esperanza en el  escepticismo y en la apatía, podemos decirles que históricamente a través del árbol genealógico de Jesús se puede comprobar que era descendiente de Adán y Eva, por lo tanto podemos saber que existió y que en él la humanidad no solo  tiene esperanza de ser mejor sino además de salvación.