Vv. 4, 5. He aquí un breve resumen de la religión que contiene los primeros principios de la fe y
la obediencia. Jehová nuestro Dios es el único Dios vivo y verdadero; Él solo es Dios y es solo un
Dios. No deseemos tener otro. La mención triple de los nombres divinos y el número plural de la
palabra que se traduce Dios, parecen claramente aludir a una trinidad de personas, aun en esta
declaración expresa de la unidad de la divinidad. —Bienaventurados quienes tienen a este solo Señor
como su Dios. Mejor es tener una fuente que mil cisternas; un solo Dios todo suficiente que un
millar de amigos insuficientes. —Este es el primero y gran mandamiento de la ley de Dios, que le
amemos; y que cumplamos cada parte de nuestro deber para con él a partir de un principio de amor:
Hijo mío, dame tu corazón. Tenemos que amar a Dios con todo nuestro corazón, y con toda nuestra
alma y con toda nuestra fuerza. Esto es: —1. Con un amor sincero, que no sea de palabra ni de
lengua, sino interiormente, en verdad. —2. Con un amor fuerte. Él que es nuestro Todo debe tener
nuestro todo, y nadie sino Él. —3. Con un amor superlativo; debemos amar a Dios por sobre toda
criatura y no amar sino lo que amamos por Él. —4. Con un amor inteligente. Amarlo con todo el
corazón, y con toda la inteligencia requiere que veamos una buena causa para amarlo. —5. Con un
amor entero; Él es UNO, nuestro corazón deben estar unido en este amor. ¡Oh, que este amor de
Dios pueda ser derramado en nuestros corazones!