En ti confían los que conocen tu nombre, porque tú, Señor, jamás abandonas a los que te buscan. —Salmos 9:10
Todos hemos experimentado una cierta inseguridad. En un momento u otro, todos queremos salir y hacer algo, pero al pensarlo, la inseguridad nos paraliza. Pero este no es el plan de Dios para nuestras vidas. Él quiere que demos un paso adelante de fe y confianza.
La inseguridad trata de atormentarnos para que estemos tan dudosos y miserables que seamos impedidos de hacer lo que Dios quiere que hagamos y recibir todo lo que Dios tiene para nosotros.
Podemos vivir sin inseguridad si construimos nuestra fe sobre lo que Dios ha dicho en Su Palabra. Cuando abrimos la boca y confesamos lo que el Señor dice acerca de nosotros, la Palabra de Dios nos dará el poder de vencer el miedo, la inseguridad y la incertidumbre.
Si te encuentras tratando de evitar enfrentar algún problema en tu vida debido al temor o la inseguridad, te animo a orar y pedirle a Dios que haga por ti lo que Él ha prometido en Su Palabra: ir delante de ti y allanar el camino.
Pídale a Dios que te fortalezca en el hombre interior, para que Su fuerza y poder te llene, y para que no seas vencido por la tentación de ceder al miedo.